domingo, 28 de abril de 2024

ACABAMOS DE DAR CRISTIANA SEPULTURA A MI MADRE


                                              LA MUERTE NO ES NADA

La muerte no es nada.
Acabo de cambiar al otro lado.
Es como si me estuviera escondiendo en la habitación de al lado.
Sigo siendo yo y tú sigues siendo tú.
Lo que éramos antes el uno para el otro todavía lo somos.
Llámame por el nombre que siempre me has dado, que te resulta familiar,
háblame de la misma manera afectuosa que siempre usaste.
No cambies tu tono de voz, no luzcas solemne ni triste.
Seguir riendo de lo que nos hizo reír, 
de esas pequeñas cosas que siempre nos gustaban
cuando estábamos juntos.
¡Reza, sonríe, piensa en mí!
Que mi nombre sea siempre la palabra familiar de antes:
pronúncialo sin el menor rastro de sombra o tristeza.
Nuestra vida conserva el mismo sentido que siempre ha tenido.
Es lo mismo que antes, hay una continuidad que no se rompe.
¿Por qué debería estar fuera de tus pensamientos y de tu mente,
sólo porque estoy fuera de tu vista?
No estoy muy lejos, estoy del otro lado, a la vuelta de la esquina.
Tranquilízate, todo está bien.
Encontrarás mi corazón de nuevo, 
encontraréis su ternura purificada.
Seca tus lágrimas y no llores, si me amas,
tu sonrisa es mi paz.

                                                                                  Henry Scott Holland