Tus ojos son las aguas dóciles y perennes del primer día de La Creación , la gestación
del verso para el insaciable apetito de la penitencia, música y nostalgia que
invaden la intemperie de los soles… Soy la
humanidad oculta en tus labios, templo para enarbolar la cruz desde el vientre
donde conquistamos el mundo… Yo tenía tu desnudez como mi rabia. Soy el pájaro y no pude someterme a tu
belleza… Y la noche, esta, la más cruel mientras clavas en mi hombro tu
estandarte… Es el amor… ¿Cómo remediar el sangramiento de los poetas cruciales? Mi cárcel es una nube pero te envío un ramo
de espinelas en el beso para que me devuelvas sal y más abismo… Has venido con
el viento para sembrar tu piel en mi garganta… ¿Qué más da? Siempre has permanecido entre mis manos y es
imposible regresarte a las estrellas.
Del libro "DE QUIMERA A QUIMERA"
(A dos manos con el poeta Jorge Cristóbal Corcho)
LA HABANA, 1996-97
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