mi raíz es la
perversión en la frontera de tu boca.
no supo cuidar
la luz
ni ganarte la partida.
no me supo
corazón
ni añoranza
ni escultura de
barro en crucifijo.
de todos modos
ya sé que vivir es
mera costumbre de afiliarnos a la carne
militar en la
sombra…
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