BLANCO Y NEGRO
Es horrible el hambre de mi vientre.
¿Quién traerá flores?
¡Que levante la mano
quien no haya lanzado su corazón a los abismos
y una piedra al
cielo!
Padecí de fiebre
de
vena neurótica
de
corona de espinas…
y hoy pongo a secar mi piel en la distancia.
¡No es propio de los muertos tanto amor!
Un gran fuerza expresiva en un poema desgarrador.
ResponderEliminarSaludos.