Y vínole un sudor como de gotas de sangre
Lucas 22,44
de ser posible aparta de mí el veneno. Estos son los
días del castigo, pero con orgullo cargo mi harapo. Sobre esta piedra he
levantado mi fortuna. Aquí siempre será sol aunque de mis dedos fluya el
silencio...
Pues, amiga mía, ya tenemos viernes santo.
ResponderEliminarEn el nuevo Código del trabajo, han declarado los viernes santos como días no laborables —cómo cambian los tiempos—
Beso
Ya era hora, caramba! Pero los errores del pasado han dejado muchas marcas en la sociedad...
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