Celular
agota su batería
o no
puede contener el tráfico de la inclemencia
sometido a las facturas.
Por
eso hablo con el espejo
más
allá de los cánones de la aborrecida decencia.
Vamos
a engendrar dulces monstruos en la quebrada de un libro
cuando
la solemnidad cunda el tabernáculo de la imagen
tras
el agravio de los emprendedores huesos.
Escapa
el vocabulario con sus remiendos en la mordaza
mientras la voz es perpetuidad de triunfo
en la oreja que nunca entendió.
Estupendo, amiga.
ResponderEliminarBeso