VÉRTIGO
(basado en un hecho real)
No logro precisar la charla que Virgilio mantuvo durante
tres horas consecutivas en la sobremesa de una comilona ofrecida a los
laureados de cierto premio literario. Solo recuerdo que todo giraba en torno a
su tortuoso pasado “Patria o Muerte” y a mí. Nunca supe de dónde coño me
conocía, pero me definió como “puta intelectual que sabe escuchar”, y me vi
atada a la silla de manera inexcusable. Lo único que tuve claro es que los
cigarrillos de contrabando fueron devorados como postre y que los eructos de su
borrachera hacían danzar a la gran araña encendida sobre nuestras cabezas. Para
calmar mi angustia, comenzó a sobarme el muslo y mi vagina temió un final
escandaloso en presencia del camarero que ansiaba echar el cierre al local. Sin
pensarlo, corrí escaleras abajo hasta llegar, justo, donde estaba
aparcada mi bici. Al darme la vuelta contemplé su cuerpo que, estampado en el
pavimento, continuaba su cháchara entre sesos, meados y mierda. Después…
prefiero no rememorar la historia.
Me resulta muy bien narrado, amiga. Estupendamente bien!
ResponderEliminarBeso
Triste suceso en la Unión Árabe, allá por el año 94...
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