nada se me ocurre
ni siquiera
garabatear el espacio
entre tu cuerpo y mis
ojos
en
medio del alba.
nada.
solo apurar el café
humeante
y vaciar la cajetilla
de cigarros
en medio de la tos
y
de la gente.
todo falta ahora
entre mis manos.
todo:
salvo el mamut de los
recuerdos
el malecón con sus
jineteras tristes
los discursos de
artillería pesada
que desquiciaron mi paciencia...
todo falta ahora
menos la poesía que
me fue negada
y esta espera que ya
olvidó
que tras el horizonte
yace el cansancio.
nada se me ocurre
ni siquiera otro modo
de enfrentar la angustia.
Se me da un poema estupendo. Qué bien, amiga. Te felicito!
ResponderEliminarBeso
escribes unos poemas muy buenos, Marlene. un abrazo
ResponderEliminarGracias, amigos. Besos y abrazos para los dos.
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