La ventana representa la frontera
y el horizonte es una esquina del cuarto
donde colgar los amuletos.
La moneda al aire
es el eclipse para apostar por la
esperanza.
¡Que no muera nunca!
¡Que no muera nunca!
Un instante y se habrá hecho el mundo
donde repartir mis calles como flores
para que unas manos asalten mi urgencia
como pacto entre almohada y dolor.
La ventana es la frontera
y ante ella el mundo tiende a deshojarse.
Sin embargo
detrás del horizonte hay una luz.
Marlene Denis©2010
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