Nadie puede recibirme con su corazón
abierto. ¿Qué parte del cuerpo prestaré para la próxima cena? ¿Quién seré en la
mano que sembró ayunos en mi vientre? ¿Cuál imperfección brindar después de mi
historia que iba mal desde el principio?
¿De qué barro fui hecha? ¿De cuál suerte? No pude escapar de la tentación. ¡No
quise! Alguna vez me supe maldita y arrojé mis bestias al sendero. El
inquisidor besó mi frente y ahora nadie puede recibirme… El poeta es un lujo
que afila su palabra con los años, es la calle que levanta sus huesos, el
cielo… ¿Quién podrá recibirme ahora? El horizonte es la demencia y cabalga en
mi boca. Yo quise amar, pero me cegó la víspera de un verso. ¿Dónde estoy? ¿En
qué pozo se sumerge la desmemoria? ¿Cuándo terminará de repetirse? ¿En qué
piedra palpitarán mis ironías? ¿En cuál cuerpo estaré vibrando mientras se
hunda el universo y las pancartas canten doctrinas obsoletas?
_ ¡Lejos, muy lejos de los muros!
MDenis©dequimeraaquimera
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