El
miocardio fue pasto de cigüeñas
que persisten
en
hacerme amar los horizontes.
Ya
no soy la muchacha de los retiros
con
sus musas de silencio.
He
comenzado a latir
y
enfrento la desidia a cada paso
hacia
ningún lugar.
MDenis©elolorranciodelamemoria
No hay comentarios:
Publicar un comentario