(Slatina, 1909 - París, 1994) Autor teatral francés de
origen rumano que fue el creador y más distinguido representante, junto
con Samuel Beckett,
del teatro del absurdo.
De padre rumano y madre francesa, su
infancia transcurrió en París. Reclamado por su padre, regresó a los trece años
a Rumania, donde realizó estudios y trabajos diversos y permaneció hasta 1938,
cuando regresó a París. Inició su actividad periodística en diversos medios
rumanos y provocó, en 1934, un fuerte escándalo por su ataque sarcástico a los
valores establecidos en la literatura rumana (T. Arghezi, I. Barbu, M. Eliade).
Aún volvió a su país tras declararse la Segunda Guerra Mundial, pero regresó a Francia (Marsella) en 1942 y fue
agregado cultural de Rumania en Vichy. Acabada la guerra y de nuevo en París,
trabajó como corrector de pruebas y traductor. En 1950 se representó su primera
obra, El Juego,
que pese a no ser un éxito le granjeó la amistad de intelectuales como André Breton, Luis Buñuel,
Mircea Eliade, Raymond Queneau y
otros.
En 1970 fue elegido miembro de la
Academie Francaise y obtuvo diversos premios literarios, que en adelante serían
frecuentes, como sería frenética también su actividad en defensa de sus
convicciones intelectuales y artísticas por toda Europa y América hasta el
momento de su muerte.
La obra de Ionesco
Compuesto desde un trasfondo pesimista, el teatro del
absurdo pretende poner de manifiesto la futilidad de la existencia humana en un
mundo impredecible, junto con la imposibilidad de verdadera comunicación entre
las personas; con todo, la obra de Ionesco no está exenta de humor y de sentido
de la humanidad. Entre las técnicas propias de su dramaturgia figuran el non sense (juegos
verbales sin sentido o sin sentido aparente), la creación de ambientes
sofocantes y las situaciones carentes de lógica con el fin de resaltar el
extrañamiento y la alienación; en todo caso, su principio esencial es subvertir
los procedimientos de transposición literal de la realidad.
La producción teatral de Ionesco es muy amplia, y
entre sus principales piezas se cuentan La
cantante calva (1950), una sátira fundada en la
vida cotidiana; La lección (1950), acerca de un profesor que asesina a sus
alumnos; Las sillas (1952), donde los personajes hablan con seres que no
existen; Amadeo o cómo salir del paso (1953), una parábola contra el matrimonio,
y El nuevo inquilino (1956).
El rinoceronte (1959)
es seguramente su obra más conocida; en ella, ante la resistencia y el asombro
del protagonista, los habitantes de una villa se convierten en rinocerontes.
Otras obras dramáticas suyas son La sed
y el hambre (1964) y El rey se muere (1962).
Escribió también abundantes textos sobre teatro, libros de memorias y una
novela, El solitario (1974).
Ionesco fue uno de los dramaturgos más
singulares e innovadores del siglo XX, de un humor mordaz y agudo, que consiguió
trasladar al medio escénico las técnicas expresivas procedentes del
surrealismo. De ese modo abrió nuevos caminos al teatro en una sociedad
fragmentada y progresivamente dividida en compartimentos estancos, caminos que
han sido seguidos por otros autores. Sus aportaciones a lo largo de medio siglo
son transcendentales, aunque aún no sean apreciadas en su justa medida.
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/i/ionesco.htm
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