Los pulmones devorados por la nicotina
deciden testimoniar que mi grito es un
incendio.
Nadie pudo convalidarme en aras del oprobio
y las hordas no podrán cerrarme la boca o las agallas
para ahogar mi denuncia en el susurro de los peces.
MDenis©estevientotandiabólico
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