Nada
se me ocurre:
ni
siquiera garabatear el espacio
entre
tu cuerpo y mis ojos
en medio del alba tartamuda y ciega
para
mi esqueleto adjetivo, mundano y doloroso.
¡Nada!
Solo consigo
apurar el café
y
vaciar la cajetilla de cigarros que adoctrine a mi enfisema
en
medio de la tos
y de
la gente.
Todo
falta ahora entre mis manos.
Un poema
sería el modo de suplir la penitencia
donde
todo parece feliz para emprender el día
lejos
de La Habana.
MDenis©elolorranciodelamemoria
No hay comentarios:
Publicar un comentario