Autora: Amelia del Castillo,
Matanzas, 1923
FUEGO
Todo el canto del mundo
se deshizo
por mi izquierda de LUZ Y
MARIPOSAS,
todo un verde indefenso
entre las cosas
hurgándome el recuerdo
QUEBRADIZO.
Un gris
de angustia y de condena
quiso
rociarme con sus AGUAS
SALITROSAS:
una LANZA, UN COLMILLO
unas FILOSAS
ARISTAS
DESGARRANDO sin aviso.
Pero un coro
de BRISAS y campanas
gritó su voz de LUZ en mis
ventanas
HAMBRIENTAS
de ENCENDIDOS arreboles,
y mi raíz
de levadura altiva
creció aferrándose a la LLAMA
viva
llenándome el jardín
de GIRASOLES.
No hay comentarios:
Publicar un comentario