Autora: Cleva Solís, Cienfuegos, 1926
Festejos para el dolor
¡Allí —el martillo
golpea con furia
a través de los aposentos del cuerpo,
y entra en el temor de Dios
como el clavo del crucificado
en la madera del infinito!
La música de las lágrimas
procede de su diamante,
de la claridad sombría
del encendido carbón
de pinturas y barnices.
¿Quién se detiene a amar
el paisaje de un golpe?
¡Allí —el martillo
golpea con furia
a través de los aposentos del cuerpo,
y entra en el temor de Dios
como el clavo del crucificado
en la madera del infinito!
La música de las lágrimas
procede de su diamante,
de la claridad sombría
del encendido carbón
de pinturas y barnices.
¿Quién se detiene a amar
el paisaje de un golpe?
No hay comentarios:
Publicar un comentario