Autora: Aurelia Castillo de González, Camagüey, 1842
EXPULSADA (fragmentos)
Y aquí te prometía, "en este cielo nuestro
vivirán nuestras almas mientras tu amante viva".
El mundo no entendía mi cándido delirio,
y yo escuchaba al mundo serena y compasiva.
Y, cuando reposaba tranquila en aquel sueño,
en nuestro umbral sagrado oí la voz infanda.
Tocaron en mi cuerpo las manos criminales
y el rencoroso arcángel gritó, de nuevo: "¡Anda!"
EXPULSADA (fragmentos)
Y aquí te prometía, "en este cielo nuestro
vivirán nuestras almas mientras tu amante viva".
El mundo no entendía mi cándido delirio,
y yo escuchaba al mundo serena y compasiva.
Y, cuando reposaba tranquila en aquel sueño,
en nuestro umbral sagrado oí la voz infanda.
Tocaron en mi cuerpo las manos criminales
y el rencoroso arcángel gritó, de nuevo: "¡Anda!"
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