Autor: Enrique Hernández Miyares, Santiago de Cuba, 1859
LA MÁS FERMOSA
Que siga el Caballero su camino
agravios desfaciendo con su lanza:
todo noble tesón al cabo alcanza
fijar las justas leyes del destino.
Cálate el roto yelmo de Mambrino
y en tu rocín glorioso altivo avanza,
desoye al refranero Sancho Panza
y en tu brazo confía y en tu sino.
No temas la esquivez de la Fortuna:
si el Caballero de la Blanca Luna
medir sus armas con las tuyas osa
y te derriba por contraria suerte,
de Dulcinea, en ansias de tu muerte,
¡di que siempre será la más fermosa!
LA MÁS FERMOSA
Que siga el Caballero su camino
agravios desfaciendo con su lanza:
todo noble tesón al cabo alcanza
fijar las justas leyes del destino.
Cálate el roto yelmo de Mambrino
y en tu rocín glorioso altivo avanza,
desoye al refranero Sancho Panza
y en tu brazo confía y en tu sino.
No temas la esquivez de la Fortuna:
si el Caballero de la Blanca Luna
medir sus armas con las tuyas osa
y te derriba por contraria suerte,
de Dulcinea, en ansias de tu muerte,
¡di que siempre será la más fermosa!
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