Te grité
Cuatro timbrazos
de mi voz
y contestó la línea muda
cuatro vibraciones desoladas
en la penumbra de la niebla
Y tu excusa
no fue la mía
fueron los petardos
en el corazón
ondeando sin ninguna forma
tu olvido
y mi desventura
Cuatro timbrazos
de mi voz
y contestó la línea muda
cuatro vibraciones desoladas
en la penumbra de la niebla
Y tu excusa
no fue la mía
fueron los petardos
en el corazón
ondeando sin ninguna forma
tu olvido
y mi desventura
Qué delicia de lectura.. Gracias or compartir...!
ResponderEliminarGracias a ti, Unknown. Saludos!
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