DE MIS HALLAZGOS MEDITABUNDOS Y
HUÉRFANOS
No sé dónde te has metido, Paz.
En cuál escondrijo del corazón
intentas anidar
para que nadie te ofenda
para que nadie te mancille
para que nadie te arrebate la esperanza.
Pero debes salir a la luz
y ser Luz
antes que todo obscurezca
antes que todo aborrezca
antes que Todo sea Nada.
Debes arrasar los obstáculos
derribar muros
y cincelar como noble orfebre el candor
de la vida.
No quiero renunciar a ti, Paz
y te sigo buscando en los jardines
y te sigo buscando en la sonrisa y en la
lágrima
y te sigo buscando en el cáliz
y en la roca
y en las fuentes.
Te sigo buscando en el Padrenuestro
y en el Avemaría
y en las ruinas de Nazaret
y en Siria
y en mi mazmorra.
Te sigo buscando, ay, Paz
en las entrañas de la poesía.
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