Autor: Regino Pedroso, Matanzas, 1896
ELLA PASÓ CANTANDO
En mi cabeza había
blanca nieve de invierno.
De tantas primaveras
mustio estaba el ciruelo.
Ella pasó cantando
bajo el ramaje seco;
en sus ojos ardían
rosas de sol y fuego.
Ella pasó cantando
bajo el ramaje seco;
lo tocó, y en milagro
de iluminados pétalos
brotó la primavera
en el nevado invierno.
ELLA PASÓ CANTANDO
En mi cabeza había
blanca nieve de invierno.
De tantas primaveras
mustio estaba el ciruelo.
Ella pasó cantando
bajo el ramaje seco;
en sus ojos ardían
rosas de sol y fuego.
Ella pasó cantando
bajo el ramaje seco;
lo tocó, y en milagro
de iluminados pétalos
brotó la primavera
en el nevado invierno.
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