miércoles, 14 de agosto de 2019

CICLO DE POESÍA CUBANA

Autor: Waldo Leyva, Villa Clara, 1943

CON LOS OJOS CERRADOS, NO DORMIDA

Con los ojos cerrados, no dormida,
como soñando estaba sobre el lecho
y había un chorro de luz, como una herida, 
entrándole o saliéndole del pecho.

Yo me fui hasta su piel, con encendida
intención de besarla, trecho a trecho,
y se me fue la sangre por la herida
que formaba la luz sobre su pecho.

Entonces llegó el mar a la ventana,
vino en el viento el mar, hasta su pelo
y se le abrió en los ojos la mañana.

Nunca fue más azul la luz del cielo,
nunca nació tan hondo la mañana,
nunca tuvo la luz tan alto vuelo.

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