Autor: Félix Contreras, Pinar del Río, 1939
DE CUANDO SOÑÉ UN CHEQUE POR TRES MILLONES DE PESOS (fragmento)
No hace mucho,
cuando yo andaba como un perro sin velocidad,
la heredera de la cadena de tiendas WOOLWORTH,
Bárbara Hutton, apareció en mi cabeza y yo le dije:
Señora linda, damisela virginal, mi Alfonsina Storni,
déjeme decirle que usted podría ser alguna cosa
en contra del rato de sal de estos momentos.
Luego la miré, detenidamente, como a un conocimiento. Ella
se agarraba de mí como goma arábiga, como la solución
que era. La ponía de espaldas, acorralaba su cigarro
Camel, besaba su whiskey, contaba sus pecas. Ella,
la Multiplicadora, como un pisapapeles encima del dinero...
DE CUANDO SOÑÉ UN CHEQUE POR TRES MILLONES DE PESOS (fragmento)
No hace mucho,
cuando yo andaba como un perro sin velocidad,
la heredera de la cadena de tiendas WOOLWORTH,
Bárbara Hutton, apareció en mi cabeza y yo le dije:
Señora linda, damisela virginal, mi Alfonsina Storni,
déjeme decirle que usted podría ser alguna cosa
en contra del rato de sal de estos momentos.
Luego la miré, detenidamente, como a un conocimiento. Ella
se agarraba de mí como goma arábiga, como la solución
que era. La ponía de espaldas, acorralaba su cigarro
Camel, besaba su whiskey, contaba sus pecas. Ella,
la Multiplicadora, como un pisapapeles encima del dinero...
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