HOMERO ARIDJIS, México
CORDERA DE NADIE
Cordero antiguo, que de él tuvo figura,
que todos le comían y despedazaban.
Fray Luis de León
Cordera de nadie que duermes
en el tapanco del espanto, en tus carnes
magras se hartan los policías obesos.
Con tetillas de becerra en celo,
como cordero tiemblas, diría Isaías
delante del que te trasquila.
Buscando a tus progenitores
en las fosas comunes, sólo hallas
palos cruzados, hija de la desdicha.
Cordera de Dios salva a esta cordera
de ser degollada, mientras sobre su espalda
cae la sangre de su hermano.
Cordera de nadie,
al alba aúllas como loba herida
por la justicia incumplida.
CORDERA DE NADIE
Cordero antiguo, que de él tuvo figura,
que todos le comían y despedazaban.
Fray Luis de León
Cordera de nadie que duermes
en el tapanco del espanto, en tus carnes
magras se hartan los policías obesos.
Con tetillas de becerra en celo,
como cordero tiemblas, diría Isaías
delante del que te trasquila.
Buscando a tus progenitores
en las fosas comunes, sólo hallas
palos cruzados, hija de la desdicha.
Cordera de Dios salva a esta cordera
de ser degollada, mientras sobre su espalda
cae la sangre de su hermano.
Cordera de nadie,
al alba aúllas como loba herida
por la justicia incumplida.
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