Tu voz
-vivo jilguero de la
historia-
marcha fundida a los
metales
con sus 44 balazos
como estrellas,
con sus ecos
refulgentes en el sol.
Tu voz
entre las brasas de
la barbarie
me convierte en
Amanda de los sueños
sobre las calles
encendidas de tu cantar.
Tu voz
lenta y penetrante
en las costillas del
asfalto
queda intacta en los
confines de la vida
donde se alzan los
hombres eternos.
MDenis©versosalaire
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