que la mía se niega a cargar el ataúd.
No puedo hundirme en los helechos
de una falsa democracia
ni perderme en discrepancias
en la punta de la lengua.
Me niego a contemplar
cómo masacramos el pan de la memoria
cómo repartimos los naipes de la mentira
para sentirnos satisfechos.
Sé que soy demasiado pobre
en materia de idiosincrasia y de astros
que soy retórica
ebria
intemperie
y nadie puede retenerme a las puertas de
la luz.
MDenis©bajoelcielo
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