Pocas veces fui inocente.
Siempre golpeo el camino
donde yerran los pasos de Dios
mientras respiro la señal de la lluvia y
miro dentro.
No logro saciar la visión
ni alborotar los manantiales.
No dejaré constancia de mi paso por los
cuerpos.
No existe volcán ni renuncia.
¡Nada!
Pero no voy a podrirme en la distancia
ahora que mi sangre se llena de pájaros.
Nunca estuve
sin embargo
hay verdad en el paisaje que raptó mi
huella.
¡Solo en él!
Soy la sombra entre ojos y poesía
y hay niebla entre mi voz y la ventana.
¿Quién dará testimonio?
¿Será el amor mi crimen?
¿Podrían descifrar la señal?
MDenis©Exilio
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