Para los amigos que se están marchando.
UNA FURGONETA DE ENTREGAS SE ALEJA
Acaba de llegarme la noticia
de que se han apagado para siempre
las lamparillas de sus ojos.
El amigo que tantas veces diera
de beber a mis labios
el agua de los versos
se me ha vuelto de luna y transparencia,
se ha dormido al arrullo
de este viento infectado
que azota nuestras puertas.
-
Y yo, tan prisionero,
tan lleno de mudez,
sin poder entonar un canto triste,
preguntando al silencio
quién llevará la tiza
para encalar su nueva casa,
quién sembrará un jazmín en su arriate.
Busco en mi pensamiento su retrato
pero tan solo veo la secuencia
de un furgón alejándose
a entregar, no sé dónde,
el último pedido de la tierra.
Juan Calderón Matador
24 de marzo del año maldito
Acaba de llegarme la noticia
de que se han apagado para siempre
las lamparillas de sus ojos.
El amigo que tantas veces diera
de beber a mis labios
el agua de los versos
se me ha vuelto de luna y transparencia,
se ha dormido al arrullo
de este viento infectado
que azota nuestras puertas.
-
Y yo, tan prisionero,
tan lleno de mudez,
sin poder entonar un canto triste,
preguntando al silencio
quién llevará la tiza
para encalar su nueva casa,
quién sembrará un jazmín en su arriate.
Busco en mi pensamiento su retrato
pero tan solo veo la secuencia
de un furgón alejándose
a entregar, no sé dónde,
el último pedido de la tierra.
Juan Calderón Matador
24 de marzo del año maldito
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