Mc Donald contra Pollo Tropical
Las mujeres que trabajan
codo a codo conmigo
siempre comen afuera.
El grupo es impar
pero así y todo
se divide en dos
unas entran a Mc Donald
otras entran
a Pollo Tropical.
No sé dónde come el manager
pero nunca lo he visto
atravesando puertas
ni de Pollo Tropical
ni de Mc Donald.
Las puertas
que atraviesa un manager
permanecen a la sombra
de árboles antiguos
o rascacielos.
Codo a codo conmigo
viene mamá
queriendo atravesar
la puerta de Mc Donald
para quitarse la picazón.
Codo a codo conmigo
viene papá
queriendo atravesar
la puerta de Mc Donald
para chuparse los dedos.
Codo a codo conmigo
viene un haitiano
pidiéndome dinero
y amor.
Lo empujo contra la puerta
de Pollo Tropical
y el haitiano sale más limpio
que como entró.
Lo empujo contra Mc Donald
y el haitiano sale tieso
el blanco de sus ojos
tiene salsa de tomate.
Me olvido de la importancia
de la poesía
y también de la importancia
de la ciencia
Mc Donald se ha convertido
en un país natal.
Las mujeres que nacen en Mc Donald
defienden su idiosincracia
y no entran a Pollo Tropical.
Así mismo las que nacen
en Pollo Tropical
defienden su doctrina
y no entran a Mc Donald.
El manager no tiene
adoctrinamiento
por eso es un hombre
que ha triunfado.
Por más que mi doctrina
sea la de las esponjas
todavía no he triunfado.
Y por más que me atraigan
cierto tipo de puertas
impulsándome fuerte
hacia ellas
con toda la intención
de atravesarlas
todavía no he triunfado.
Aún puedo ver
a las poblaciones
moviéndose de un lado
al otro de la calle.
Las veo desde mi querido
país natal.
Como buena trabajadora
yo también como afuera
les digo hasta mañana
y atravieso la puerta
de un Liquor Store.
Las mujeres que trabajan
codo a codo conmigo
siempre comen afuera.
El grupo es impar
pero así y todo
se divide en dos
unas entran a Mc Donald
otras entran
a Pollo Tropical.
No sé dónde come el manager
pero nunca lo he visto
atravesando puertas
ni de Pollo Tropical
ni de Mc Donald.
Las puertas
que atraviesa un manager
permanecen a la sombra
de árboles antiguos
o rascacielos.
Codo a codo conmigo
viene mamá
queriendo atravesar
la puerta de Mc Donald
para quitarse la picazón.
Codo a codo conmigo
viene papá
queriendo atravesar
la puerta de Mc Donald
para chuparse los dedos.
Codo a codo conmigo
viene un haitiano
pidiéndome dinero
y amor.
Lo empujo contra la puerta
de Pollo Tropical
y el haitiano sale más limpio
que como entró.
Lo empujo contra Mc Donald
y el haitiano sale tieso
el blanco de sus ojos
tiene salsa de tomate.
Me olvido de la importancia
de la poesía
y también de la importancia
de la ciencia
Mc Donald se ha convertido
en un país natal.
Las mujeres que nacen en Mc Donald
defienden su idiosincracia
y no entran a Pollo Tropical.
Así mismo las que nacen
en Pollo Tropical
defienden su doctrina
y no entran a Mc Donald.
El manager no tiene
adoctrinamiento
por eso es un hombre
que ha triunfado.
Por más que mi doctrina
sea la de las esponjas
todavía no he triunfado.
Y por más que me atraigan
cierto tipo de puertas
impulsándome fuerte
hacia ellas
con toda la intención
de atravesarlas
todavía no he triunfado.
Aún puedo ver
a las poblaciones
moviéndose de un lado
al otro de la calle.
Las veo desde mi querido
país natal.
Como buena trabajadora
yo también como afuera
les digo hasta mañana
y atravieso la puerta
de un Liquor Store.
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