PARTE DEL PRÓLOGO
"De vez en cuando, en la plenitud del enjambre
espiritual y en mensajes intercambiados, surgen breves recuerdos de la guerra
civil española que, fuera de lo seguro y no pretendiéndolos, me parecen
partículas de la memoria que se quedaron prendidas en las heridas del ayer.
Marlene, aunque no lo
vivió físicamente, no es ajena a este triste y lamentable suceso provocado por
la ambición irracional de muchos. En ese impacto se presentaron estragos a
nivel intelectual, se derribaron bustos, bibliotecas y archivos. Es inevitable,
ella entra en ese crucial golpe a la humanidad y a las efervescencias
culturales, y no ancla su ánimo hasta llegar a puerto seguro. Alberga, en lo
entendible, parte de esos sucesos pretéritos y perdurables. Así la encontramos
adherida a los muros de una era dictatorial
que provocó las revueltas estudiantiles en los años 60. Como lo siente
en la extensión de una fuente cercana a los dinteles de su actual experiencia, con
ahínco se sujeta a la investigación y al estudio, a las remembranzas y dentro
del lapso que fue testigo de la barbarie. La poeta nos muestra un paisaje
comparativo e imborrable. Guarda el ayer y en un acto parcialmente notorio se
ubica de pie en el esquema de una connotación que fluye al lado de la espuma
que huele a pez, idilios, sal, integridad, música, expresión, arte y alegría, exponentes
propios de la bella isla que vio cómo en una fecha se mojaron sus honrosos
pañales. Muchos de sus versos son rincones de su Patria y del entorno que ha experimentado.
Vale decir, buscando un fácil entender, apuntes que surgen de las esquinas, de
los parques, de las calles y los barrios, de las aulas y su casa, del Malecón, de
la grama del Museo Máximo Gómez, de la Quinta de los Molinos, de lo ascético,
del cosmos..."
MARCO TULIO DEL ARCA
poeta y periodista hondureño radicado en USA
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