La noche va a todas partes
en el oscuro bolsillo de los deseos.
Va por ejemplo al cine
a las discotecas…
pero mi noche se recuesta en la poesía
y en la rana de sus metales.
Se detiene en Trocadero 162
y escala por sus paredes
ya tan lejanas.
Se fuma un habano contigo
y después retoma su marcha.
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