La amenaza de otro verano sin corriente se cierne sobre los cubanos. Los últimos días, con la subida de las temperaturas y la falta de combustible, que merma la generación distribuida, el déficit eléctrico ha subido y los cortes de luz comienzan a alargarse. En medio de esta angustiosa situación, una de las centrales turcas que estaba unida a la termoeléctrica de Tallapiedra, en La Habana, comenzó a alejarse, según las autoridades con destino a Santiago de Cuba, de donde se ha ido la que estaba, "por haber cumplido su contrato". A pesar de que Venezuela y Rusia siguen mandando petróleo a la Isla, nadie sabe dónde está. A las colas interminables de cubanos en las gasolineras esperando a llenar sus depósitos se está uniendo un nuevo grupo de damnificados, los turistas, a quienes cuesta encontrar un taxi porque la falta de combustible les impide trabajar con normalidad y las excursiones están empezando a suspenderse para ahorrar lo que se consigue. "Desde hace casi un mes solo tenemos combustible para traslados desde y hacia el aeropuerto", nos dijo un chofer. Las exportaciones de pollo de Estados Unidos a Cuba cayeron en 21,7% el pasado febrero y, con 23.014,7 toneladas, suponen el menor volumen en cinco meses, aunque la disminución no se nota en las cuentas por el elevado precio del producto. El gasto aumentó, por ese motivo, un 9,7% por kilogramo. Su segundo suministrador, Brasil, vende más caro el kilo y las compras también bajaron, concretamente un 12,5% frente a enero. "En lugar de convertir el revés en victoria, estamos viviendo una época de total maquillaje, de una burda cosmética aplicada sobre la realidad. Pero, a diferencia de unas décadas atrás, ya el régimen ni siquiera pretende que le creamos. Con el rímel corrido y el pintalabios grotesco, el castrismo no busca que lo veamos como un sistema triunfante, sino que prefiere que le temamos". Un análisis de Yoani Sánchez del resultado de las votaciones del pasado marzo. Reinaldo Escobar sobre la elección del presidente y vicepresidente la semana próxima. "Como en ese nivel funcionan los mismos temores que sufre la mayor parte de la población y adicionalmente prevalece un elevado espíritu partidista, puede suponerse que no habrá sorpresas y se vote por 'continuar la continuidad', valga la redundancia, a menos que un rumor, sólidamente respaldado, sugiera hacer algo diferente, que la Comisión respete más una secreta orientación de arriba que la voluntad de los diputados, o que ocurra un milagro". |
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