EL REBELDE
he tropezado conmigo
sucia de mundo y de cólera
en cada mirada que confraterniza
con el himno de la lluvia
y la energía solar.
tengo la boca repleta de vinagre
aun sabiendo que la ira es mala consejera
para mi montón de cicatrices.
me sumo a la multitud
del clamor indignado
entre banderas que beben el sudor de quien sufre
pero este poema no es un poema íntimo
más bien
es el corazón desnudo de las calles.