Hace tiempo no frecuentaba este espacio. Un crudo bloqueo hirió a mi poesía.
Desde que mataron a Jackov, mi perro, le falta un pedazo a mi corazón...
I
sucede que te has marchado de mis aristas
de las tardes junto al río.
ya nada me estremece tanto
como esta monótona decadencia
bajo el álamo.
dejé pasar el tiempo
para creer
que ya no estabas
pero continúo sentada en tus ojos
con la lucidez del espasmo.
II
el espejo
vacío de tu imagen
me convence
que nada descansa en paz.
es tan fuerte el nombre de la muerte
que me niego a reclutar falsas promesas.
sé que soy ridícula hasta matarme
en la risa de los otros.
a quién puede importarle tanta rabia
tanto esqueleto desenterrado de la memoria.
Desde que mataron a Jackov, mi perro, le falta un pedazo a mi corazón...
I
sucede que te has marchado de mis aristas
de las tardes junto al río.
ya nada me estremece tanto
como esta monótona decadencia
bajo el álamo.
dejé pasar el tiempo
para creer
que ya no estabas
pero continúo sentada en tus ojos
con la lucidez del espasmo.
II
el espejo
vacío de tu imagen
me convence
que nada descansa en paz.
es tan fuerte el nombre de la muerte
que me niego a reclutar falsas promesas.
sé que soy ridícula hasta matarme
en la risa de los otros.
a quién puede importarle tanta rabia
tanto esqueleto desenterrado de la memoria.