miércoles, 30 de marzo de 2016

NO SOY MEDIA NARANJA

No soy media naranja que con otra porción
pueda argumentarse como un todo.
No soy el amor en la vida de alguien 
                                             -particularmente-.
No soy costilla
ni quiero perder el ángel de la cordura.
Me ofrezco beso puño árbol
después de entretejer la filantropía
y atarla con nudos para que no escape la buena fe.
Sé que quisieran destrozarme la lengua
para justificar la cornada
      en los laberintos absurdos de la hombría.
Sé que quisieran inundarme de lágrimas
desmembrarme la convicción
escupirme en un papel con espermatozoides de lujo
para izar el falso orgullo del macho.
¡No!
No voy a bajar la cabeza
ni a rezar un padrenuestro fundamentalista                                               
disimulado
para que Dios aparte de mí el cáliz
de los sublimes matrimonios.
¡Simplemente ha de ser NO!

viernes, 25 de marzo de 2016

VIERNES


VIERNES
                                                             Clamando con una voz muy fuerte dijo: 
                                                    Padre mío, en tus manos encomiendo mi espíritu

                                                                             Lucas 23,46

Dios mío, ¿por qué me has abandonado? La vida se posó en mi hombro cuando compartieron mis ropas y echaron a suertes mi poesía.  Tuve sed y soporté el ansia infinita de la carne. Aquí pondrás los labios porque el amor deja huellas profundas… De lo contrario, los hombres se perderán para siempre… Luego desclavaré mi cuerpo. Mi sangre inundará las calles, los corazones…  ¡Pero la gente no dejará de traicionar!


Marlene Denis©La Habana, 1992

martes, 22 de marzo de 2016

Y OTRA VEZ EL VERDUGO


De la más baja calaña
buitre-rata-sanguijuela
es la entraña demente de sus actos
inmundicia terrible que me apena.
Hijo de cuál dios es tan maligno
que no sabe del amor ni tiene estrella.
Hijo de Satán o jamás hijo de hombre
ni mujer: ¡es la tiniebla
que dolor vuelve cuanto toca
su asesina mano y su miseria!

Marlene Denis©2016
                         

CUBANÉAME

Cubanéame con el canto de la concordia
en este escenario nauseabundo
entre mentiras que desatan silencios.
Cubanéame la distancia en meteoro
con estas cincuenta y siete espinas
que desbordan sus eneros.
Cubanéame lejos de las tribunas
frente al canto sonriente de la hiena
mientras sigo aquí
creciendo en mis cuatro costados
sin doblar la rodilla.

Marlene Denis©2016
Del cuaderno HABANA ZOMBIE

martes, 15 de marzo de 2016

DESDÉN

La mujer va a clausurar los sueños.
El péndulo ahuyenta a las bestias
                            que merodean el jardín
mientras ella abre de par en par su llanto
y no halla su natalicio ni los nombres
o su huella de lagarto
                              en el árbol pecaminoso.
Ha perdido las cintas de atarse la desidia
el suculento plato de comer la soledad.
La mujer ahora va a clausurar la magia.
Se desnuda.

Marlene Denis©1998

jueves, 10 de marzo de 2016

DESDE ISLA NEGRA...

                                                                                               (Pág.54)
RECUERDOS DE INFANCIA
Me enamoré de un gato. Un gato cubano que entonaba baladas en el alféizar de mi ventana, pintaba corazones en la pared mientras subía al tejado y retozaba con mis cuadernos para que los deberes estudiantiles fueran más amenos.
Cada noche cazaba estrellas mientras creía que eran sardinas juguetonas en la inmensa morada del silencio y, a la mañana siguiente, los ratones del barrio acudían a él para jugar a las canicas que los niños olvidaban en las aceras.
No tuve otro remedio que enamorarme del gato, y ese amor platónico me obligó a cargarlo en la maleta entre libros, lápices y canciones que compartía con los chicos de la escuela cuando, ya grande, me hice maestra.
Siempre asumí que el gato no era mío, aunque una señora enorme, enorme… llamada Teresita Fernández, compartió a su gato entre todas las generaciones, por los siglos de los siglos de la bondad.
Teresita se fue un día, pero el gatico permanece zambullido en los discos y sale a flote cada mañana, como si siempre fuera un día de fiesta para jugar con ese gran sol donde ella sonríe.
El gato del que me enamoré, tiene unos bigotes tan largos que, por ellos, se desliza el recuerdo. Lo convertí en mi amuleto y se llama Vinagrito.

miércoles, 9 de marzo de 2016

NUEVA ANTOLOGÍA (E-BOOK) "JUANA DE AMÉRICA. DESDE URUGUAY AL ORBE"




ETERNAMENTE JUANA DE AMÉRICA
Como tibias uvas que atraviesan el espacio
tus letras se desbordan colmadas de belleza.
Eres primavera en los colores del paisaje
siempre florecido entre las manos de una estrella.
Eres sauce perenne en las trenzas de la vida,
epístola fluvial que desata nuestra lengua,
amasijo y vendaval de benditas locuras
y el tierno ulular en la garganta del poema.
Eres música apacible de cielos y mares
que unen orillas y la frescura de la arena,
incansable abanico de rosas en la noche,
abrigo de aromas emergentes de un cometa,
perfección de la fronda y del pájaro en el trino
que hacen germinar tus dulces versos en la tierra.

REGISTRO CIVIL



Acabo de cumplir un poema de girasoles
y la culpabilidad del paraguas
que nos dejó al descubierto.
Acabo de sublevarme ante la rodilla del pánico
que produce la resignación.
Puedo ser el dolor menstrual de las gaviotas,
el entreparéntesis de un “te he amado siempre”
y, sin embargo, no acepto perder las alas
ni cobijarme en la dependencia
que pueda causar tu boca.
Soy lo que quiero ser en tus brazos,
el todo salvaje
que palpa pedacitos de alegría en tu mirada,
pero no me pidas que deposite obediencia ni juramento
ni un trasnochado ímpetu de entrega.
No vayas a vendarme los ojos ni sujetes mis pies
o doblegues mi corazón.
No pidas que sea frágil ni mansa.
Quiéreme libre
y obtendrás el hallazgo de mi eternidad.

Marlene Denis©2010
Cuba-España

Ilustración: Gentileza de la artista plástica cubana Bárbara Yadira

miércoles, 2 de marzo de 2016

De la antología HOMENAJE A FEDERICO GARCÍA LORCA

TROZOS DE LORCA EN MI PLUMA SOMBRÍA
                             
No sé si la tierra o la luna marchitan
como pétalos de lluvia en esta página
                                    cubierta de relámpagos.
Ignoro si un poema es suficiente
para revestir la sepultura de los inmortales
                                         que habitan el eco de la noche
pero de aquí se despeñan las palabras.
Ellas mecen tus cantos en La Habana
                       y merodean la ciudad deforme del recuerdo.

Federico, ¡soy tan poco!
Apenas un palmo de orgullo entre las raíces del sol
brota del verso que milita en la indolencia 
como aquelarre de piedras y cipreses
                                          a mansalva de los dioses.
Intento hacer rimas que se parezcan a ti
                       en este minuto de mieles inseguras
decir algo similar a tu corazón
algo
como los rascacielos
o esos niños de Brooklyn
                                          pisoteados...
Todo se transforma en candelabro y en higuera
o ángel sofocado en las entrañas:       
                                                  
                                                             prefiero pensar que tu alma
                                                             en las fibras de una rosa
                                                             perfuma, Lorca, y cabalga
                                                             antojos de mariposa…

Quiero lancear estos papeles en coartadas de otoño.
La Alhambra mueve mis guijarros
                                 entre pañuelos de angustia
y llevo seca la garganta hacia las ojivas del tiempo
donde hamacas de la muerte nos columpian.
Tus pasos se han plantado entre las hojas.
Atraviesan mis arcos de mujer fría
                                                 donde el musgo reverdece.

Dos
somos dos partículas de distancia
acariciadas por el viento de veinte siglos
                                         sobre el pasto de la nieve.
Dos gotas de rocío.
Dos cadáveres y sus respectivas consecuencias.
Almas que parten y regresan tomadas de la mano
                                                   en romanceros y semilla.
Tus pasos saltan tras el óvalo de la alborada
y tus alas                       
¡ah!
tus alas persiguen esa luna deshojada que rebota en los cristales.

                                                 Esos ojos de tierra, tan callados
                                                 ese amor en la cumbre, misterioso
                                                 a poemas humildes van ligados
                                                 como fruto vital de árbol hermoso.

                                                 Si oscuro es tu soneto, delicioso
                                                 lo es, también, el estar enamorados
                                                 la Viña del Señor y el armonioso
                                                 deleite de las flores, liberados.

                                                 Te rompieron los sueños aquel día
                                                 verdugos del demonio que hoy regresan
                                                 con falso patriotismo y osadía

                                                 panteón ornamentado donde rezan
                                                 vil patraña, ceguera y cobardía:
                                                 insaciables serpientes que bostezan.

Federico
¿cómo quitarnos el amor de entre las manos
si una bala atraviesa nuestros besos?
La palidez del alba retoma los helechos
en fragilidad de espuma
cuando la niebla respira por los poros de Granada
donde tu sangre
                      aún entona el ardor de la vida.
¿Dónde está la culpa?
¿En cuál ángulo del silencio
                                    se emancipa el hombre
y podremos tendernos a robar estrellas?

Federico Rojo
Federico Maricón
por ambas travesías arponearon tus cascadas.
¿Dónde se pudren tus huesos
                                         destinados al Nobel Infinito?
Federico, danos la paz del guerrero
que aprieta el gatillo y dispara rosas.

Dos tiros te hicieron inmortal
aquella madrugada de agosto
                cuando quisieron rompernos la poesía.