jueves, 31 de marzo de 2016
miércoles, 30 de marzo de 2016
NO SOY MEDIA NARANJA
No
soy media naranja que con otra porción
pueda
argumentarse como un todo.
No
soy el amor en la vida de alguien
-particularmente-.
No
soy costilla
ni
quiero perder el ángel de la cordura.
Me
ofrezco beso puño árbol
después
de entretejer la filantropía
y
atarla con nudos para que no escape la buena fe.
Sé
que quisieran destrozarme la lengua
para
justificar la cornada
en los laberintos absurdos de la hombría.
Sé
que quisieran inundarme de lágrimas
desmembrarme
la convicción
escupirme
en un papel con espermatozoides de lujo
para
izar el falso orgullo del macho.
¡No!
No
voy a bajar la cabeza
ni
a rezar un padrenuestro fundamentalista
disimulado
disimulado
para
que Dios aparte de mí el cáliz
de
los sublimes matrimonios.
¡Simplemente
ha de ser NO!
viernes, 25 de marzo de 2016
VIERNES
VIERNES
Clamando
con una voz muy fuerte dijo:
Padre mío, en tus manos encomiendo mi espíritu
Lucas 23,46
Dios mío, ¿por qué me has abandonado? La vida se posó en mi hombro
cuando compartieron mis ropas y echaron a suertes mi poesía. Tuve sed y soporté el ansia infinita de la
carne. Aquí pondrás los labios porque el amor deja huellas profundas… De lo
contrario, los hombres se perderán para siempre… Luego desclavaré mi cuerpo. Mi
sangre inundará las calles, los corazones… ¡Pero la gente no dejará de traicionar!
Marlene Denis©La Habana, 1992
martes, 22 de marzo de 2016
Y OTRA VEZ EL VERDUGO
De la más baja calaña
buitre-rata-sanguijuela
es la entraña demente de sus actos
inmundicia terrible que me apena.
Hijo de cuál dios es tan maligno
que no sabe del amor ni tiene estrella.
Hijo de Satán o jamás hijo de hombre
ni mujer: ¡es la tiniebla
que dolor vuelve cuanto toca
su asesina mano y su miseria!
Marlene Denis©2016
CUBANÉAME
Cubanéame con el
canto de la concordia
en este escenario
nauseabundo
entre mentiras que
desatan silencios.
Cubanéame la
distancia en meteoro
con estas cincuenta
y siete espinas
que desbordan sus
eneros.
Cubanéame lejos de
las tribunas
frente al canto
sonriente de la hiena
mientras sigo aquí
creciendo en mis
cuatro costados
sin doblar la
rodilla.
Marlene Denis©2016
Del cuaderno HABANA
ZOMBIEmartes, 15 de marzo de 2016
DESDÉN
La mujer va a clausurar los sueños.
El péndulo ahuyenta a las bestias
que merodean el jardín
mientras ella abre de par en par su llanto
y no halla su natalicio ni los nombres
o su huella de lagarto
en el árbol pecaminoso.
Ha perdido las cintas de atarse la desidia
el suculento plato de comer la soledad.
La mujer ahora va a clausurar la magia.
Se desnuda.
Marlene Denis©1998
domingo, 13 de marzo de 2016
jueves, 10 de marzo de 2016
DESDE ISLA NEGRA...
(Pág.54)
RECUERDOS DE INFANCIA
Me enamoré de un gato. Un gato cubano
que entonaba baladas en el alféizar de mi ventana, pintaba corazones en la
pared mientras subía al tejado y retozaba con mis cuadernos para que los
deberes estudiantiles fueran más amenos.
Cada noche cazaba estrellas mientras
creía que eran sardinas juguetonas en la inmensa morada del silencio y, a la
mañana siguiente, los ratones del barrio acudían a él para jugar a las canicas
que los niños olvidaban en las aceras.
No tuve otro remedio que enamorarme del
gato, y ese amor platónico me obligó a cargarlo en la maleta entre libros,
lápices y canciones que compartía con los chicos de la escuela cuando, ya
grande, me hice maestra.
Siempre asumí que el gato no era mío,
aunque una señora enorme, enorme… llamada Teresita Fernández, compartió a su
gato entre todas las generaciones, por los siglos de los siglos de la bondad.
Teresita se fue un día, pero el gatico
permanece zambullido en los discos y sale a flote cada mañana, como si siempre
fuera un día de fiesta para jugar con ese gran sol donde ella sonríe.
El gato del que me enamoré, tiene unos
bigotes tan largos que, por ellos, se desliza el recuerdo. Lo convertí en mi
amuleto y se llama Vinagrito.
miércoles, 9 de marzo de 2016
NUEVA ANTOLOGÍA (E-BOOK) "JUANA DE AMÉRICA. DESDE URUGUAY AL ORBE"
ETERNAMENTE JUANA DE AMÉRICA
Como tibias uvas que atraviesan el
espacio
tus letras se desbordan colmadas de
belleza.
Eres primavera en los colores del
paisaje
siempre florecido entre las manos de una
estrella.
Eres sauce perenne en las trenzas de la
vida,
epístola fluvial que desata nuestra
lengua,
amasijo y vendaval de benditas locuras
y el tierno ulular en la garganta del
poema.
Eres música apacible de cielos y mares
que unen orillas y la frescura de la
arena,
incansable abanico de rosas en la noche,
abrigo de aromas emergentes de un
cometa,
perfección de la fronda y del pájaro en
el trino
que hacen germinar tus dulces versos en
la tierra.
REGISTRO CIVIL
Acabo de cumplir un poema de girasoles
y la culpabilidad del paraguas
que nos dejó al descubierto.
Acabo de sublevarme ante la rodilla del
pánico
que produce la resignación.
Puedo ser el dolor menstrual de las
gaviotas,
el entreparéntesis de un “te he amado
siempre”
y, sin embargo, no acepto perder las alas
ni cobijarme en la dependencia
que pueda causar tu boca.
Soy lo que quiero ser en tus brazos,
el todo salvaje
que palpa pedacitos de alegría en tu
mirada,
pero no me pidas que deposite obediencia ni
juramento
ni un trasnochado ímpetu de entrega.
No vayas a vendarme los ojos ni sujetes
mis pies
o doblegues mi corazón.
No pidas que sea frágil ni mansa.
Quiéreme libre
y obtendrás el hallazgo de mi eternidad.
Marlene Denis©2010
Cuba-España
Ilustración: Gentileza de la artista
plástica cubana Bárbara Yadira
lunes, 7 de marzo de 2016
domingo, 6 de marzo de 2016
miércoles, 2 de marzo de 2016
De la antología HOMENAJE A FEDERICO GARCÍA LORCA
TROZOS DE LORCA EN MI PLUMA
SOMBRÍA
No sé si la tierra o la luna marchitan
como pétalos de lluvia en esta página
cubierta de
relámpagos.
Ignoro si un poema es suficiente
para revestir la sepultura de los
inmortales
que
habitan el eco de la noche
pero de aquí se despeñan las palabras.
Ellas mecen tus cantos en La Habana
y merodean la ciudad
deforme del recuerdo.
Federico, ¡soy tan poco!
Apenas un palmo de orgullo entre las
raíces del sol
brota del verso que milita en la
indolencia
como aquelarre de piedras y cipreses
a
mansalva de los dioses.
Intento hacer rimas que se parezcan a ti
en este minuto de mieles
inseguras
decir algo similar a tu corazón
algo
como los rascacielos
o esos niños de Brooklyn
pisoteados...
Todo se transforma en candelabro y en
higuera
o ángel sofocado en las entrañas:
prefiero pensar
que tu alma
en las fibras de una rosa
perfuma, Lorca, y cabalga
antojos de mariposa…
Quiero lancear estos papeles en coartadas
de otoño.
La Alhambra mueve mis guijarros
entre pañuelos
de angustia
y llevo seca la garganta hacia las ojivas
del tiempo
donde hamacas de la muerte nos columpian.
Tus pasos se han plantado entre las hojas.
Atraviesan mis arcos de mujer fría
donde el musgo reverdece.
Dos
somos dos partículas de distancia
acariciadas por el viento de veinte siglos
sobre
el pasto de la nieve.
Dos gotas de rocío.
Dos cadáveres y sus respectivas
consecuencias.
Almas que parten y regresan tomadas de la
mano
en romanceros y semilla.
Tus pasos saltan tras el óvalo de la
alborada
y tus alas
¡ah!
tus alas persiguen esa luna deshojada que
rebota en los cristales.
Esos ojos de tierra, tan callados
ese amor en la cumbre, misterioso
a poemas humildes van ligados
como fruto vital de árbol hermoso.
Si oscuro es tu soneto, delicioso
lo es, también, el estar enamorados
la Viña del Señor y el armonioso
deleite de las flores, liberados.
Te rompieron los sueños aquel día
verdugos del demonio que hoy regresan
con falso patriotismo y osadía
panteón ornamentado donde rezan
vil patraña, ceguera y cobardía:
insaciables serpientes que bostezan.
Federico
¿cómo quitarnos el amor de entre las manos
si una bala atraviesa nuestros besos?
La palidez del alba retoma los helechos
en fragilidad de espuma
cuando la niebla respira por los poros de
Granada
donde tu sangre
aún entona el ardor de la
vida.
¿Dónde está la culpa?
¿En cuál ángulo del silencio
se emancipa
el hombre
y podremos tendernos a robar estrellas?
Federico
Rojo
Federico
Maricón
por ambas travesías arponearon tus
cascadas.
¿Dónde se pudren tus huesos
destinados al Nobel Infinito?
Federico, danos la paz del guerrero
que aprieta el gatillo y dispara rosas.
Dos tiros te hicieron inmortal
aquella madrugada de agosto
cuando quisieron rompernos la poesía.
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