lunes, 28 de noviembre de 2016

PARA OTRA PRIMAVERA NEGRA QUE ESTÁ LLEGANDO

Solo nos acompaña la voz
solo
en la soledad más absoluta de una isla cabizbaja
convertida en alquimia para sobrevivir a la tempestad
que hemos aceptado              -casi pasivamente-
tras las guarachas y rumbas
o esos disparos que guardan su eco en La Cabaña
desde aquel 1959.
Solo nos acompaña el recuerdo
y el no hacer nada en cada víspera
de un futuro sugerente que se nos rompe al alba.

(Del libro HABANA ZOMBIE)

sábado, 26 de noviembre de 2016

Del libro BAJO EL CIELO DEL EXILIO

SIN PELOS EN LA LENGUA

I
La casa tiene fiebre.
Su delirio es el insomnio de habitantes lejanos
el manuscrito tatuado en las paredes de cada angustia.
La casa -quiero decir mi dulce isla-
lustra los carteles envejecidos con las mismas consignas
pero se apagan sus luceros.
La voz de azúcar y tabaco
sólo puede lanzar cuchillos en esta hora de distancia
donde la piel del rebaño se curte
al son de todas las aberraciones.
La soledad demora su estancia de palma real
vendida al mejor postor
pero mi isla baila a la entrada del golfo
recompone sus fragmentos de incertidumbre
y desmayos
en la plaza de una revolución estática y sin golondrinas.
Mi casa
-quiero volver a decir mi isla-
a la que he tocado los senos y su vientre
peina mis canas o afila mis colmillos
y para nada quiero trucar estas mandíbulas
de morder el silencio.

II
No quiero remendar las falsas crónicas
cuando he quedado retenida
en sus más de seiscientas mazmorras
cuando la amnistía no puede hacer un carajo
y no existe un bando de piedad
ni una enciclopedia de corazón
que recopile nuestras piedras.
No puedo destilar miel
cuando hay balseros que enfrentan la muerte cotidiana
y jineteras que aún arrastran el cordón umbilical
en espera del desalmado comprador de su inocencia.
No.
Nunca podré maquillar esta calma
que sube por las paredes del mundo
y voltea el rostro.

III
Es extraño sentirse oprimido de conciencia ajena
cuando la pura verdad es que la conciencia
carece de huesos y prodigios
que nos aten al lodo.
Algún sueño apuñala las violetas de mi almohada
y no es el canto del sinsonte quien reconforta
el seguimiento de una ruta cósmica
entre palabras consabidas.
Sé que toda descripción es inocua
que hay que vivir en el fuero del destierro en uno mismo
y argumentar que este camino nos conduce al nunca
aunque jamás arrojemos la toalla.

IV
He dejado a un lado mi vocación de mansa bestia
para subsistir entre las cuatro paredes del olvido
como Dios manda.
Brotaron telarañas de mi boca
mientras me consagré a las alambradas de los sesenta
cuando aún contaba estrellas desde el fondo de la noche
o tarareaba a The Beatles en clausura y pelo largo.
He dejado a un lado mi vocación de patriotismo
ahogado en la tolerancia
y ya poco importa que me abisme en el recuerdo
hasta naufragar en una copa de sangre.

V
Abandoné mi corazón el día que nunca estuve
entre epístolas y usufructos en grado de tentativa.
Traigo la acidez de la tiniebla en el miocardio
sostenido gracias a los alfileres del alma.
Fui vetada
estrictamente a la moda
entre zafarranchos de hazañas mustias.
Del clarín escuché el sonido tantas veces
y tantas me rompió el tímpano el simulacro…
Tantas veces me exilio en la vergüenza
mientras todos buscan el punto g a la patria dolorosa…
¡tantas que no me hallo!
La izquierda es demasiado sorda
y la mía demasiado zurda
para componer alegatos que empiecen a respirar
en la encrucijada de medio siglo.
A falta de pan nuestro: ¡discurso!
A falta de pan: damas de blanco
doctrina de malabares…
La gente sigue en su salsa de costumbres
mientras la diáspora despelleja mis coordenadas
y yo no existo.




YO VIVIRÉ-CELIA CRUZ (MÚSICA)

viernes, 25 de noviembre de 2016

¡NO A LA VIOLENCIA DE GÉNERO!


JAMÁS TE SIENTAS SEXO DÉBIL

No elabores el disimulo con una sonrisa
para hacernos creer en tu felicidad de fuente.
Veo tu músculo golpeado en el jardín del sueño
y la epístola falsa que ruega un perdón.
No perdones la primera bofetada
porque después será ráfaga que dilapide tu amor.
No fabriques excusas con manos de labor doméstica.
Sé que estás en el latido de la fragua
en la escalera hacia los astros repetidos
en la pólvora que algún día estallará en tu cabeza.
Sé cuánto ansías detener la mirada acusadora
mientras te cubres el rostro y sus perlas violadas.
No engroses esa negra lista que toca los labios al silencio
ni te conviertas en noticia frente al muro.
¡Sáltalo!
Agítalo hasta reventar dudas y galaxias
y vencerás al monstruo
con cierta música llamada Libertad.

martes, 8 de noviembre de 2016

CONTRA EL ORDEN CLERICAL


  Ya hicimos historia. Me vindican tus brazos... Luna de miel en Florencia. Robar un beso a la calle en el largo trayecto hacia el sueño… Magia es tu lengua infinita. Sagrada Escritura que me atrevo a proferir… El telescopio se mancilla en sus cascadas. Absorbe el Caos y lo absuelve… Proyecto de papel cuarto menguante. Temblor de tierra -dicen que es terremoto pero es Dios-. La cólera. La sangre del silencio. Mi destino... No acepto protección de los arcángeles. Desaparece la luna, el alfabeto, la falsa crueldad. No oculto el rostro en mi desgarramiento… Penitencia: Padrenuestro, Avemaría y Gloria… Debo meter el epitafio en el bolsillo. ¿Quién pone la daga sobre el verso? ¿Quién me presta a Rocinante? Alguien lanza girasoles. Agita mis pañuelos. No llora… ¿Desde qué brújula me envían el veneno? La tierra es la esfera a punto de estallar en mi cabeza… No quiero ser la virgen… ¡Aleluya! ¡Al carajo! ¿Quién confunde a esta puta intelectual?

MDenis©Desnudo del Fénix 1997

domingo, 6 de noviembre de 2016


CONFESIONES A MARIO
                                                                    
Noche que acoge el canto del silencio.
Noche de los ecos en tu voz encendida.
Noche de eterno padrenuestro
                                       -latinoamericano-
en el sigilo de un póstumo NOSOTROS
los caídos y levantados
                                         y caídos
en el volátil ensueño
de una esperanza acorde
                                   a tus labios de poeta.
Ah, Benedetti, no tengo versos
que puedan aclamarte y llegar a la altura
                  del pájaro dulce que remonta el cielo.
¡No tengo versos!
No tengo versos que puedan rozar siquiera
el pétalo de tu palabra
                                       -¡a veces tan herida!-
No derramo versos sentimentales.
Ni siquiera logro plantar un beso
en el corazón de lo sublime.
¡Ah, Benedetti, aún estoy aprendiéndome la vida!