miércoles, 30 de abril de 2014

A VIRGILIO PERERA, A 20 AÑOS DE SU GRAN SALTO EN LA UAC QUE NOS MATÓ A LOS DOS



VIRGILIO, HOY HACE 20 AÑOS QUE COMPARTIMOS PREMIO NACIONAL "ABDALA" (TÚ EN ENSAYO Y YO EN POESÍA).  FUI LA ÚLTIMA PERSONA EN VERTE CON VIDA (O LA PENÚLTIMA). SALTASTE DE LA UNIÓN ÁRABE DE CUBA NADIE SABE POR QUÉ, SI ESTÁBAMOS TAN FELICES... LO CIERTO ES QUE AQUEL HECHO MARCÓ MI VIDA, Y HOY SOLO ME QUEDA DEDICARTE ESTA CANCIÓN... ERAN CASI LAS CINCO DE LA TARDE.

martes, 29 de abril de 2014

LOS CAMINOS

el poeta es un número más
entre la multitud que alza la mano y pide
ser el gran amor en la vida de alguien.
traza caminos entre la hojarasca y la piedra
en búsqueda de raíces.
él abre su corazón a la constancia
de ser el gran amor en la vida de alguien.
su trayecto errático
goza de ser infinito
                                insondable
y no hay remedio para su mal de fondo.
la desnudez es la coraza del alma
si de pronto
surge una chispa de su bestia íntima 
                                                          o ternura.
los caminos del poeta
tropiezan con el hambre y con tus ojos
emigran de su corazón para conquistar el mundo
abren fuego.

lunes, 28 de abril de 2014

RAPTUS (fragmento)

estoy hecha un nudo:
círculo vicioso del que a veces me espanto
referéndum del oprimido
donde mi voto es submundo.
padezco de paranoia en el bolsillo izquierdo
                                          -y en el derecho de ausencia-
de golpizas nevadas en el cuero cabelludo
de infinitas marcas en el rostro que fluctúan
entre lágrimas y maquillaje.

sábado, 26 de abril de 2014

HAMBRE

para llenar el estómago cuento lunes
                                     que zozobran en el calendario
estrujo los bronces de la voz
entre ojos que arrinconan la noche
junto al aullido predicador del hambriento.
no debo consentir el disimulo de la solidaridad entre comillas
ni ingerir la píldora de la esperanza con cicuta.
no vienen días mejores:
solo audacias y ruedas de prensa gastadas en el gemido.
simplemente llega la mañana con la rutina de arañar la tierra
comerme las uñas
y reinventar las nupcias entre poema y orgasmo
mientras otros vacacionan con la angustia del mundo
y me lanzan al corazón toneladas de escombro.


viernes, 25 de abril de 2014

                                                         
Más que a España, amo yo al mundo; y más que a mi tiempo, a toda la historia de esta pobre, interesante humanidad, que viene de las tinieblas y se esfuerza, incansable, por llegar a la luz.

                                                       LEOPOLDO ALAS, (CLARÍN)
                                                               España, 25-4-1852 / 13-6-1901

jueves, 24 de abril de 2014

Poniatowska da voz a marginados al recibir el Premio Cervantes/ Titulare...

FRAGMENTOS DE "CASTROFOBIA"

           “Anna, Ananananananá... los caminos, los caminos fueron a encontrarse cuando el hombre, cuando el hombre se piró a Miami...” ¿Será esta la intertextualidad de la que habla Marilyn? ...Marilyn y su neopostconceptualismo literario: “¡necesito aireeeeeeee!” ¡Premio! ¿Qué será de Marilyn Bugallo y de su perenne lucha por saltar el charco? Terminó en la hermandad de Santa Bárbara e iba todos los días a la capilla de San Judas Tadeo para que el santo le tirase una Red Bull

         Cada tarde, después de asistir a los oficios y llegar a su casa, tenía que sortear los meados y deposiciones de sus tres caniches, no sin antes discutir con la vecina, a la cual le salían ronchas por causa de las bicicletas que amontonábamos en la escalera. Pasado el calentón, nuestra amiga se disponía a preparar el té negro, conseguido en los suburbios de la Habana Vieja. Era la hora de invocar a la corte celestial para que no quitaran el gas. Casi siempre alguno llevaba el azúcar y otro el limón. Así se vive en el amado Crocodilus Cultus

         Mientras disfrutábamos de la infusión procedíamos, justamente, como nos enseñaron en los Talleres Literarios: leíamos, analizábamos y reconstruíamos... Después, incinerábamos los textos pues, al final, no podrían ser leídos en ningún lugar...

miércoles, 23 de abril de 2014

ALGO PARA COMPARTIR HOY. "El quinquenio gris cubano: aplauso y censura"

·         En la sesión del 23 de junio de 1961 de la histórica reunión de Fidel Castro (por entonces primer ministro) y el presidente Dorticós con los intelectuales cubanos en la Biblioteca Nacional de La Habana, dos años después del triunfo revolucionario, Julio García Espinosa declaraba que los mismos que aplaudían el documental PM tras su proyección en Casa de las Américas pedían luego su prohibición. Esa aparente paradoja, esa contradicción supuesta, es más bien el pecado original de semejante proceso. La censura no venía directamente del gobierno en el ámbito de la cultura. No hacía falta mientras hubiese gente como Mirta Aguirre, el mismo García Espinosa, Alfredo Guevara, entre otros que consideraban inoportuna la proyección de la película. Nacía así el ICAIC como prolongación paralela al gobierno en otros ámbitos. Cuenta Dorticós que fue consultado por Guevara para confirmar que la prohibición del documental no era una decisión personal, no estaba transida por pasiones subjetivas.

El dilema estaba, con PM, en si el haberlo prohibido era una decisión acertada o no. El caso del filme realizado por Sabá Cabrera Infante y Orlando Jiménez Leal destapaba entre los intelectuales algo más profundo, complejo e ilustrativo de otra realidad cubana: la lucha gremial entre distintos focos de poder que tenía lugar en el nuevo mapa cultural de la isla. Algunos de los que intervienen en la reunión hablan de esos enfrentamientos, parece haber cierta oposición contra los viejos socialistas por sus posturas que algunos llegaron a catalogar como estalinistas. Pero lo cierto es que, desde el comienzo del affaire, el propio gobierno pudo identificar que no sería difícil lograr cualquier objetivo frente a creaciones artísticas que no considerasen beneficiosas para la Revolución, porque ni siquiera tenían que crearse, o construir portavoces, no hacía falta prohibir directamente: la maquinaria había echado a andar en cada uno de los que se movía por el ámbito cultural. La censura partía de un imaginario colectivo que se propagaba y fraguaba desde el poder, del cual, lamentablemente, se hicieron eco muchos de los críticos literarios y artísticos, no sólo en esas décadas de fogueo y enfrentamientos abiertos, sino después, en los años ochenta —y sin duda también en el presente. El mayor logro del régimen instaurado en Cuba a partir de 1959 es haber hecho de cada uno de nosotros un árbitro potencial, un enjuiciador oficialista, un comisario de las limitaciones y las prohibiciones. Hasta hoy el cubano medio sigue haciendo lo que aquellos espectadores de Casa de las Américas: aplaudir lo prohibido y luego censurarlo o callarse ante esa prohibición. Apruebo lo que censuro, podría decirse. Censuro lo que apruebo.
Dorticós repite una y otra vez que él somete a debate su decisión y la decisión de Guevara y el ICAIC para saber si actuaron correctamente. Hay muro y hay corral, un atolladero llamado desde entonces “revolución”. Nada puede salirse de ese establo, del gallinero revolucionario, del chiquero comunista. El de Cuba es un ambiente viciado desde el comienzo, asfixiante. Y en ese aplauso simultáneo a la prohibición está el murmullo (“se dice”, “se comenta”) del que habla Virgilio Piñera en la misma reunión. Al aplauso se une el miedo, a la censura se agrega el temor. Mal fundado, innecesario, según Dorticós. No hay que tener miedo, hay que debatir, comentar, proponer, dialogar. Sin embargo, desde entonces lo que se impone es la reserva, la alarma y la desconfianza. Algo estaba claro: el gobierno no necesitaba enfrentar a los intelectuales, no había que hacer divisiones. Ya existían. Bastaba con establecer ciertas pautas para saber cómo escalar desde lo político a las cimas artísticas. Era fácil, ya desde entonces, desacreditar, juzgar a alguien en nombre de la “Revolución”.
De esas guerras generacionales, gremiales será resultado también, pocos años después, la disolución de Ediciones El Puente. Es sintomático e ilustrativo del ninguneo y la rivalidad reinante que los hoy conocidos como “Generación del Caimán Barbudo” se adjudicaran, tras aplastar las Ediciones El Puente, el título de la primera generación poética joven de la revolución. Si Dorticós decía que a Sabá y a Jiménez Leal había que enseñarles, educarlos para que sirvieran con sus talentos a la Revolución (sus intenciones eran buenas y no eran contrarrevolucionarias, decía, pero el resultado sí), luego tal “enseñanza” se volvió innecesaria; ni con estos, ni con los venideros que presentaran síntomas de desaliento, parcialidad o debilidad de cualquier tipo. Los mismos intelectuales se encargarían de expulsar, satanizar, borrar al otro: Guillermo Rodríguez Rivera decía en 1978, con respecto a “los puenteros”:
“Lo propio de la poesía que difundía El Puente era el auge de un trasnochado hermetismo; de un intimismo que parecía ignorar en absoluto la existencia de una auténtica revolución socialista en Cuba.(…) La profundización de la Revolución fue abriendo un abismo insalvable entre ella y los que pretendían desconocerla, colocarse al margen; no es extraño, sino perfectamente lógico, que los directores de El Puente se convirtieran en enemigos de la Revolución y pasaran a engrosar las filas del exilio contrarrevolucionario.” (Revista Unión, no. 2, 1978, p. 66)

Pertenecer desde entonces al “exilio contrarrevolucionario” (dentro o fuera de la isla, entendamos el concepto como algo más que lo territorial, más bien ideológico) era no existir, y si el desafecto levantaba la voz, como Tersites en la Ilíada, se le callaba al instante, así fuese con huevos, piedras y palos. La construcción desde el poder de un enemigo al que te pliegas irremediablemente una vez fuera de los límites del gallinero proletario, es una idea extendida hasta el presente. La labor de un Rodríguez Rivera entre los escritores la realiza hoy un Edel Morales que afirma y cree necesario borrar, olvidar a todo el que hable desde la otra orilla (aunque se esté dentro de la isla), al adversario, al enemigo con quien no hay posibilidad ninguna de diálogo, de intercambio, de discusión. Desde los sesenta hasta hoy en Cuba es necesario declarar desde dónde se habla, nunca fuera del gallinero: o se habla desde dentro del corral o no se habla. Es inimaginable que alguien pueda emitir un criterio y no estar de acuerdo con el único partido y el único gobierno existentes. Se tiene que discutir desde dentro de la “revolución”; si no, no te dan la palabra, no existes. De ese modo, en una reciente diatriba sobre el racismo en Cuba, intelectuales de cierto calibre y valor como Víctor Fowler se ven obligados, precisados a decir desde dónde hablan, de qué bando están, como si ello fuese una condición sine qua non para emitir un criterio determinado, como si ello fuera más importante que la idea a proponer. No es extraño, entonces, que la tendencia del cubano en general, después de 55 años de censuras y aplausos, sea desentenderse y sobrevivir, callarse ante los temas políticos y seguir con su vida como puede, o lograr, del algún modo, como sea, irse del país.
La dialéctica del cubano desde 1959 ha sido más bien de relevo constante, de cambio de rol. Es fácil comprobar cómo los que alguna vez fueron censurados terminan censurando o haciéndole el juego fácil a la censura. La culpabilidad, de ese modo, se camufla. La cultura cubana es camaleónica. Nos gustan las formas del verbo: censurar, censurarte, censurado. Las vamos alternando como en un vals que a la larga es esperpéntico, terrorífico, interminable. Padecemos el síndrome de la censura, algo que ya forma parte de nuestra piel más de lo que quizá quisiéramos o imaginamos.
De los autores que publicaron en los años sesenta y setenta en Cuba, hay muy pocos que no entraron en la dinámica censurante-censurado. Ni Virgilio Piñera. Que yo sepa y haya comprobado, sólo se salva de este círculo vicioso y meta(dia)bólico cubensis Isel Rivero, la más visionaria y olvidada de su generación. En el año 1960, con su libro La marcha de los hurones, se adelantó a todos los demás en más de 30 años.
Cuando hablamos de censura en Cuba entre los años sesenta y setenta me refiero a censura política, dictada desde el poder, de la cual se hicieron eco, a coro, muchos intelectuales que luego la padecieron con un peso que multiplicaba la que ellos mismos habían ejercido consciente o inconscientemente contra otros autores. Censurantes censurados es el papel más común en este período, algo que llega hasta el presente. Política y literatura se mezclaron de forma indiscriminada y los resultados fueron variopintos y nada provechosos.
Quizá sea hora de matizar la victimología cubana de esas décadas, las variaciones y relaciones entre víctima y victimario, la capacidad de transformación casi infinita de los cubanos en medio de la censura, sobre todo cuando le toca a otro. Ello se relaciona con el silencio que aún hoy pesa sobre esos años y sobre los actuales abusos de poder en la sociedad cubana. Pero no todos los martirizados son mártires, más bien la mayoría de ellos se movió entre el silencio y la palabra en una dinámica que hoy los señala y no de forma complaciente.
En el caso PM, hay tres referencias esclarecedoras de este tipo de comportamientos desde los primeros años del régimen: el primero es la expulsión de la revista Bohemia del crítico de artes escénicas Néstor Almendros por el director de la publicación, Enrique de la Osa. La razón fue la publicación por Almendros en Bohemia de una crítica favorable sobre PM. En cuanto De la Osa vio el revuelo y la opinión oficial al ser prohibido el filme, decidió despedir a Almendros sin hablar siquiera antes con él. La censura actuó antes que el gobierno. Dorticós, al parecer, se entera de los detalles después, en la reunión con los intelectuales. El incidente es relatado en la reunión de la Biblioteca Nacional con Fidel Castro en 1961 por Rine Leal. Enrique de la Osa llamó a Fausto Canel y le ofreció el cargo de crítico de artes escénicas deBohemia, según el propio Canel. Éste preguntó por Almendros y De la Osa le dijo que “sus manifestaciones en la revista no eran las más adecuadas” (Jiménez, 2012, pp. 199-200).

El segundo ejemplo es el de José Hernández que propuso entre los dirigentes del ICAIC en un momento de exaltación “que estos compañeros [los realizadores de PM] debían ser fusilados, fusilados por contrarrevolucionarios”, según narra Heberto Padilla. Tomás Gutiérrez Alea (le) aclara que José Hernández no trabaja en el ICAIC, que “ni siquiera está en la plantilla del Instituto”, “y además el compañero José Hernández hoy no está trabajando en el Instituto”. Aunque al parecer los comportamientos de Hernández ya tenían su trayectoria en el ICAIC, lo cierto es que tras sus declaraciones no fue vuelto a llamar a trabajar allí, en ese caso extremo, fuera de todo bando, Hernández quedaba anulado: no representa al Instituto, no está en su plantilla. En resumen, el verdadero fusilado había sido Hernández. El que había mandado a fusilar fue fusilado culturalmente, anulado, silenciado. Heberto considera que José Hernández debería poder explicarse, debería ser invitado a la reunión y el comentario de Gutiérrez Alea al respecto es: José Hernández es un Don Nadie, no representa nada, no existe, ya no es. Este es un ejemplo pionero de esos victimarios vuelto víctimas (Jiménez, 2012, pp. 193-195).

El tercer caso lo relata Eduardo Manet: la escultora y ceramista Marta Arjona Pérez, miembro fundador de la Asociación de Pintores y Escultores de Cuba (APEC) desde 1949 y Directora de Artes Plásticas de la Dirección Nacional de Cultura desde 1959, le comentó con toda naturalidad: “pero si yo también he prohibido cuadros”; dice Manet que se quedó aterrorizado y ella agregó: “y cuadros por contenido”. La estética al final no era determinante, mientras no tuviese una repercusión, aunque fuese mínima, en lo ideológico. El problema estaba en el “contenido”, en la interpretación. Arjona, artista plástica y comisaria política, censuraba aquellos cuadros en que el tema de la llevada y traída “revolución” no fuese tratado “revolucionariamente”. De ese modo, en el caso concreto de PM, José Manuel Valdés Rodríguez declara que “el hecho de que yo señalara que formalmente la película está bien —como creo que lo está— no quiere decir que aprobara su contenido” (Jiménez, 2012, pp. 199 y 223).
Comparados con los poetas y escritores rusos y alemanes frente al estalinismo y su aparato represor, lo que padecieron la mayoría de estos autores fue un paseíto, una revolución de terciopelo. ¿Existe el terciopelo gris? Si alguno tiene dudas, que revise las biografías de Limonov, Mandelstam, Brodsky, Ajmátova, Tsvetáieva… A nosotros el trópico, la sangre latina nos impide quizá ser tan resolutos e intransigentes. Y esa ha sido a la larga una de las grandes coartadas del régimen cubano que cada vez se potencia con más fuerza: contribuimos a la alternancia: arriba-abajo, de un lado y luego de otro, adentro hoy y mañana afuera, ahora como victimario y luego como víctima. Y así sucesivamente, durante más de cincuenta años.
Si revisamos las revistas de los sesenta y setenta nos podríamos sorprender con el hecho de que muchos escritores que supuestamente padecieron la fuerza represora del régimen también fueron parte activa y continua de esa maquinaria que hasta hoy sigue bien engrasada. Por ejemplo, el último número de La Gaceta de Cuba de 1970 está dedicado a Lezama Lima, para comenzar con un peso pesado. Sus colaboraciones en esa década satanizada y oscurecida por la mayoría de los autores que la vivieron no fueron constantes, pero sí periódicas. En el propio Lezama, que ha sido uno de los grandes rescatados en las últimas décadas, una de las supuestas víctimas del gobierno, tenemos un engrase del ataque al Cuartel Moncada cuando ya había pasado, y la propuesta que hace de la continuidad del proceso revolucionario desde Martí hasta Fidel es paralela a la que describe y sistematiza en su Antología de la Poesía Cubana en tres tomos. También Lezama ayudó a construir la teleología del 59 como parte de su teleología insular que había comenzado a fraguar y a ensayar desde 1936 en su “Coloquio con Juan Ramón Jiménez”, cuando sólo tenía 27 años.

En el mismo año (1961) en que Fidel Castro da un tapabocas a la cultura y pone su revólver sobre una mesa de la Biblioteca Nacional, Lezama bautiza el asalto al Cuartel Moncada como parte de su proyecto, como metáfora encarnada. En su texto, el autor de Paradiso no menciona a Fidel directamente (tampoco Virgilio Publio Marón menciona a Augusto en su Égloga I), pero sí a Martí, lo cual entronca y hermana al escritor con la idea castrista de que Martí fue el autor intelectual de aquel asalto.
Si leemos las revistas del período, si somos justos con la visibilidad de los autores, tendremos que revisar el canon de la literatura cubana. En esas dos décadas, el poeta alrededor del cual debe girar el valor estético (sincrónicamente hablando) es David Chericián. Sería injusto no reconocerle ese lugar. Ni Lezama, ni el muy militante Eliseo, ni Fina, ni Cintio, ni siquiera Guillén o Retamar. El poeta más importante de los años setenta es Chericián. ¿Dónde está la edición crítica y compilatoria de sus obras? ¿Dónde están los que lo publicaban con tanta frecuencia que no han mantenido su importantísima obra viva? ¿Por qué tengo que ser yo, que he nacido en 1982, quien diga que el poeta más importante de los años setenta en Cuba es Chericián? Y lo repito como un conjuro homérico, como un verso épico, a ver si a alguien le duelen los oídos.
En poesía, nuestro abanderado es Chericián, su estética es la que primó en esos años, la que se priorizó desde las publicaciones culturales más importantes de entonces. Gaztelu lo intentó con algún poema de tema político, pero parece que no se le dio bien y desistió; Vitier ya sabemos que hizo su labor política desde entonces, pero principalmente después. Eliseo Diego fue comisario de congresos, eventos internacionales y reportero en las páginas de las revistas literarias. De los origenistas, el de la Calzada de Jesús del Monte, fue el más integrado, el militante más ejemplar, el que se hubiera ganado el televisor Panda por el sindicato en la emulación.
En el caso de Piñera, que también recibió el triunfo del 59 como algo positivo, que en algún texto fervoroso y equivocado declara que la poesía de Isel Rivero no respondía al momento revolucionario que se vivía en el país (lo mismo que dijo Guillermo Rodríguez Rivera sobre Lina de Feria en 1978), no murió culturalmente en 1979 con su desaparición física, sino una década antes, y su caso fue un fusilamiento cultural. Una vez recibido el premio Casa de las Américas por Dos viejos pánicos, lo lanzaron al foso más oscuro del olvido. De todos ellos, el caso más lamentable es el de Virgilio por haber padecido todo tipo de marginación durante su última década de vida. En la Biblioteca Nacional, frente a Fidel, en 1961 pidió la palabra y dijo “tengo miedo”. Piñera tiene miedo. Piñera es maricón. Piñera no disimula. Piñera es incendiario. Piñera es molesto, ácido, polémico, afeminado, soltero, opuesto, cuestionador, ahistoricista. Piñera no existe. En las páginas deLa Gaceta de Cuba salta de su premio de teatro (1969) a la muerte con una nota marginal.
De todos los intelectuales relegados en la década del setenta por ideas, creencias u orientación sexual, nadie fue más ninguneado, apartado, omitido que Virgilio Piñera. Ni Lezama, a quien se le publicaron homenajes y textos en las revistas de esos años, ni ningún otro origenista (Vitier publica textos, Fina publica algunos poemas al final de la década, Octavio Smith escribe algunos versos con tintes políticos, y Eliseo Diego está en los boletines y congresos literarios), tuvieron que padecer el olvido y la marginación que sufrió Virgilio Piñera, al extremo de que es casi imposible encontrar un texto de y sobre él desde 1969 hasta su muerte en 1979 en las revistas culturales de la isla. En una esquina de una de las páginas de La Gaceta de Cuba se da noticia de la muerte de Piñera, en ella se dice que fue un importante dramaturgo que además escribió narrativa y poesía. No se le hace un homenaje como a Lezama y a María Villar Buceta en sus respectivas muertes, o como a Regino Pedroso en sus 80, o a Marinello por sus 75 y luego por su muerte, a Guillén por sus 70, o a Ignacio Villa (Bola de Nieve), o a Manuel Navarro Luna…
Gustara más o menos, Lezama era ya símbolo de la cubanidad, autor que se empeñó en leer la poesía cubana con un sentido insular, telúrico, dándole un curso histórico y orgánico en el que también cabía el Moncada; además de ello, estaba casado, era discreto y eso podía disimular lo demás. Pero Piñera no tenía salvación, no había por dónde enfocarlo: cuestionaba la cubanidad, entendía lo nacional como un constructo, era un homosexual declarado y afeminado, por lo que había que esconderlo; que traduzca, sí, pero que no aparezca siquiera en los créditos como traductor de la obra.
Con respecto a la homosexualidad, podríamos hacer una larga lista de homosexuales que delataban, en esos mismos años, a otros homosexuales que eran castigados o expulsados de la universidad o del trabajo. Homosexuales o no homosexuales que veían injusticias y callaban, que veían marginación y seguían apoyando un sistema que los negaba, se hacían los de la vista gorda, sobrevivían, no se metían en eso, no era con ellos. Un maricón salvado por Alicia Alonso de las UMAP, otro salvado por Mirta Aguirre, lesbiana comunista que apoyó al régimen a pesar de semejantes abusos y que fue incapaz de denunciarlo o de plantearlo donde correspondiese.
En el ámbito literario, la dueña de la crítica teatral cubana de ese período fue Nancy Morejón, la crítica literaria más visible con mucho es Belkis Cuza Malé. José Prats Sariol cumple la función de enseñar al pueblo cómo leer y criticar una obra literaria. Los primeros números de la revista Criterios, de pura y dura teoría literaria proveniente de los países socialistas del este, aparecieron en La Gaceta de Cuba, traducidos, por supuesto, por Desiderio Navarro.
Cuando Manuel Díaz Martínez y Guillermo Rodríguez Rivera argumentan que también ellos fueron censurados en esa época, que padecieron el silenciamiento del régimen, quizá no comprenden que era/es parte de la maquinaria, de hoy te toca a ti, mañana a mí. Hoy contribuyes a la censura y a la poética política comprometida, mañana eres cuestionado y castigado. Así todos tienen culpa y liberación, y han podido por décadas seguir tranquilos porque alguna vez padecieron el rasero gubernamental. Así se justifican en la sombra y en público. Mientras, la maquinaria sigue intacta, en constante evolución, adaptación, pero en esencia, con cada comunicado comprometido y político, la UNEAC demuestra estar al día en cuanto a censura, abyección e inmovilismo de pensamiento. Otra cosa es lo que digan entre amigos, en tertulias, en lecturas, en eventos. Pero cuando hay que hacer declaración oficial de principios ideológicos, todo sigue como en 1975.
Edel Morales, por ejemplo, desde las páginas de La Jiribilla, no propone un diálogo con otras formas de pensar; al contrario, quiere para los otros autores, los que se oponen a ciertas ideas oficialistas, el mismo silencio que padeció Piñera. Desaparecerlos, borrarlos. Ellos no son importantes. No hay diálogo posible, según Morales, con Duanel Díaz, Rafael Rojas y Antonio José Ponte. Lo que habría que hacer, propone él, es escribir lo que ellos abordan del modo que él considera correcto y olvidarlos. La memoria y el futuro de Cuba no los incluye, agrega. Morales los llama “refinados vocales entusiastas del parricidio intelectual”, hace una división insalvable entre su posición y la de ellos a quienes llama “adversarios”, no se trata de posiciones contrarias que interactúan aunque sea a distancia. Esto es un campo de batalla, donde uno sobrevive y otro muere, desaparece, es lanzado a la sombra. Morales intenta convencer que él está del lado de la verdad, de los buenos, de la victoria, habla desde esa pluralidad militante propia de los años setenta, incluye sin ningún recato a sus interlocutores en su “nosotros” bélico. Estas palabras evidencian que la maquinaria sigue intacta principalmente en lo tocante a intolerancia, retórica politiquera, el envilecimiento y la hostilidad irreconciliable del otro por tener un pensamiento opuesto al suyo y principalmente al poder:
Creo que nos asiste el derecho intelectual y ciudadano a disentir, a probar nuestras verdades, a proponer nuestra propia mirada, a tratar de encontrar respuestas, a realizar nuestras pequeñas maniobras, a intentar la recuperación de nuestro pan dormido, y evitar quizá la disfunción del campo que, ellos, nuestros adversarios, tratan continuamente de minar. Y sobre todo nos asiste el derecho a pensar por nosotros mismos, a plantear las preguntas de fondo, sin mediaciones exteriores ni aprobaciones internas y sin miedos, ser capaces de hacer también las necesarias preguntas sobre el aquí y ahora, sobre el aquí y ayer, sobre el mañana que viviremos aquí, como individuos y como país. Es la mejor manera que conozco de olvidarlos y creo que es la única manera de ganar para nuestros hijos esa memoria del futuro que ahora nos ocupa.
El comisariado de los años setenta lo han continuado una enorme lista de autores, entre los cuales destacan Nancy Morejón, Miguel Barnet, Edel Morales, Alpidio Alonso… Pero todos sin una obra que los respalde, todos prescindibles como comisarios y como autores. Ante semejante panorama, cabe preguntarse: ¿nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos? Al parecer el quinquenio gris llega hasta el presente, está en las manos grises de estos portavoces oficialistas que aún se mueven entre el aplauso y la censura.
BIBLIOGRAFÍA:
—Fowler, Víctor. “Dolor, alegría y resistencia”, en: La Jiribilla, año XI, nro. 622, 6 al 12 de abril: http://www.lajiribilla.cu/articulo/4278/dolor-alegria-resistencia (consultado el 2 de enero de 2014).
—Gotera, Johan. “En el fondo, en el centro, estaba Lezama” (entrevista a Octavio Armand), en: Diario de Cuba, 26 de enero de 2013: http://www.diariodecuba.com/de-leer/1359186178_250.html (consultado el 29 de diciembre de 2013).
—Jiménez Leal, Orlando y Manuel Zayas. El caso PM. Cine poder y censura. Editorial Colibrí, Madrid, 2012.
—Morales, Edel. “A propósito de Tumbas sin sosiego, de Rafael. Examen de memoria”, en: La Jiribilla, año V, nro. 285, 21 al 27 de octubre de 2006: http://www.lajiribilla.cu/2006/n285_10/285_03.html (consultado el 29 de diciembre de 2013).
—___________. “Anomalías de la verdad”, en: La Jiribilla, año VI, nro. 321, 30 de junio al 6 de julio de 2007: http://www.lajiribilla.cu/2007/n321_06/321_08.html (consultado el 29 de diciembre de 2013).



Yoandy Cabrera

¡FELIZ Y FRUCTÍFERO DÍA!


martes, 22 de abril de 2014

¡DESPIERTA, CUBA!

ESPIRALES

Así vayan apareciendo los astros en mi pecho podrás removerme. Aquí los nombres se agolpan mientras la noche me deja encinta a pedazos de gloria. Acabo de encender el viaje del retorno: son las campanas que repican… Ahora los viejos desprenden sus ojos de vivir y estallaremos en la profecía. ¡Calla!  El placer se ha marchitado en los cristales, pero somos la fuerza. Toda la nieve, la ruina... Todo el paisaje de isla hambrienta que deja la soledad y hoy es mi boca... ¡No es propio de los muertos tanto amor! ¿Quién llevará flores a mi tumba? Padecí de fiebre, de varices, de corona de espinas… Padecí de ti y de las crueldades, y te amé hasta matarme el día en que Dios apostó a la manzana. ¡En blanco y negro! Y tú ahí, irreal, mientras yo andaba de cisne ante las puertas del sacrificio. ¿Cuántas veces puse a secar mi piel en la distancia? ¿Y cuántas perdí? Llora por lo que pudo ser y el diablo truncó. Llora, así parezca que en los astros del pecho hay una luz, es una sombra. Así creas que he sobrevivido...

domingo, 20 de abril de 2014

Ansias del Alba - Santiago Feliú

DOMINGO

                                                                                             Está allí sentado a la diestra de Dios
                                                                                                                 Marcos 16,19

Pueblo del Mundo:
                                   he desclavado un sueño de la tentación que producen las espinas… ¡Aleluya! Yo, que no soy Jesús, he enviado mi sombra para dar testimonio.


sábado, 19 de abril de 2014

SÁBADO

                                                                                                               Resucitó, no está aquí
                                                                                                                        Marcos 16,6

El martirio fue alguna vez reconocer la creación infinita y no poder contra la maldad. El martirio no fue El Gólgota: fue el deseo. Todo se cumple. Regreso al polvo. De mis heridas brota el Árbol Eterno y doy sombra… Si alguien mutila mis manos, sírvame una copa. Así he palpitado y regresaré cada cuaresma. Será como hurgar entre recuerdos los asuntos peligrosos del corazón. Si queda algo de rabia en mí, es que estas mismas manos se atrevieron a lanzar su alma por el despeñadero...

viernes, 18 de abril de 2014

LAS LETRAS HISPANAS ESTÁN DE LUTO

EN EL DÍA DE AYER, A LA EDAD DE 87 AÑOS, SE NOS FUE EL PREMIO NOBEL DE LITERATURA '82 Y EL MAYOR ENTRE LOS GRANDES, ¡PERO SE QUEDA!


Un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.
GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ


VIERNES


                                                              Clamando con una voz muy fuerte dijo: Padre,
                                                                      en tus manos encomiendo mi espíritu
                                                                                           Lucas 23,46

¿Por qué me has abandonado? La vida se puso en mi hombro cuando compartieron mis ropas y echaron a suertes mi poesía. Tuve sed y soporté el ansia infinita de la carne donde pondrás los labios, porque el amor deja huellas profundas. De lo contrario, los hombres se perderán para siempre… Luego desclavaré mi cuerpo. Mi sangre inundará las calles. Los corazones... 

jueves, 17 de abril de 2014

SOR JUANA: 319 AÑOS DE SU MUERTE


JUEVES

                                                             Y llevando él mismo a cuestas su cruz, fue caminando
                                                                            hacia el sitio llamado El Calvario
                                                                                           Juan 19,17

Me levanto cuatro veces. Y amo al prójimo que me escupe porque no alcanzó su estrella… En todo rebaño siempre hay un cordero que se inmola. Por eso, hoy abogo a favor de tu garganta. Puedo sentirte con la punta del silencio y tocarte con el filo de mi sangre...


miércoles, 16 de abril de 2014

MIÉRCOLES

                                                                                               Y entretejiendo una corona de espinas,
                                                                                   se la pusieron sobre la cabeza
                                                                                                Mateo 27,29

porque me duele el corazón servido a los pies del mundo. Aún se apresura una paloma, que venida del cielo, va repartiendo migajas de fe… Yo soy el forastero en tierra propia. Sin embargo, el amigo me volverá a negar. No podrá comer de mi cuerpo... 

martes, 15 de abril de 2014

"LA VIDA SIGUE IGUAL"



MARTES

                                                                   Tomó entonces Pilato a Jesús y mandó azotarle
                                                                                              Juan 19,1


después vino el insomnio. La flagelación. Zurcir la huella del látigo hubiera sido como soltar un ramo de mariposas entre el enrejado del corazón. Pero no... Alguien toca el arpa.

lunes, 14 de abril de 2014

LUNES. (SEMANA SANTA PARA 55 AÑOS DE "GLORIA")

                                                                     Y vínole un sudor como de gotas de sangre
                                                                                           Lucas 22,44


de ser posible aparta de mí el veneno. Estos son los días del castigo, pero con orgullo cargo mi harapo. Sobre esta piedra he levantado mi fortuna. Aquí siempre será sol aunque de mis dedos fluya el silencio...

martes, 8 de abril de 2014

VIVIR ES UNA MÁSCARA

mi voz no reclama los espejos.
en el más allá no existen menguantes:
solo sombras
                    sin mapamundi.
es difícil ser doncella
o gato
o lámpara.
quedó sepultada tu oración
                   en los senos de la noche.
agítala en mi lengua
porque ahora 
                         y solo ahora
no llevo rabia entre los dedos.

domingo, 6 de abril de 2014

De: EL OLOR RANCIO DE LA MEMORIA

I

En mi mano quedan los últimos mendrugos.
¡Me fue negado el cordero!
¿Qué salvación promete esta cuerda
si abajo fornica la trampa?
Escupo toda la rabia puesta en la fe
lanzada como pedacito de limosna. 
                                 “VENGA SEÑOR A NOSOTROS TU REINO”
¡Limosna no: Espada o Cruz!
(la mordida será la propia matanza)


viernes, 4 de abril de 2014

FRAGMENTOS DE "CASTROFOBIA"

  Vuelve a doler mi cabeza... Los Cascos Blancos la machacaron -“en nombre del pueblo”- una tarde de abril del 80 cuando pretendí cruzar el cercado de la Embajada del Perú después de negarme a masacrar a una colega. Afuera estaban sus alumnos-pioneros-comunistas, sujetos al deber de repudiar todo cuanto oliera a gusanera. 
  En la embajada se metieron miles de personas: médicos, artistas, obreros, en fin, personas... Se dice que “a río revuelto, ganancia de pescadores”. Muchos oportunistas repartían golpes y se apropiaron de una buena tajada mientras arrebataban las escasas pertenencias que los gusanos llevaban consigo. Después asolaron sus casas. La escoria estaba bajo control pues los puntos de reunión de la soberbia patriótica se hallaban en cada calle habanera. Los pejes gordos se ocuparon en distribuir armas defensivas, muy típicas del paleolítico: huevos, piedras y potes de pintura para garabatear obscenidades o copiar consignas de repulsa en las fachadas hogareñas de cada indeseable.                                                           
  Entre tanta desvergüenza, en el recinto de la sede diplomática, se colaron muchos espías para infiltrarse en el corazón enemigo. Lo cierto es que no lo pensé: en lugar de lapidar a mi compañera, me uní a ella, la cual consiguió abrirse paso y saltar la verja, cosa que no pude hacer yo. En el improvisado puesto de mando alegué las más inverosímiles formas de ser escoria en medio de la "pureza de nuestros principios", pero...

EL INICIO DEL ÉXODO MÁS GRANDE DE CUBA COMENZÓ UN DÍA COMO HOY HACE 34 AÑOS