domingo, 6 de abril de 2014

De: EL OLOR RANCIO DE LA MEMORIA

I

En mi mano quedan los últimos mendrugos.
¡Me fue negado el cordero!
¿Qué salvación promete esta cuerda
si abajo fornica la trampa?
Escupo toda la rabia puesta en la fe
lanzada como pedacito de limosna. 
                                 “VENGA SEÑOR A NOSOTROS TU REINO”
¡Limosna no: Espada o Cruz!
(la mordida será la propia matanza)


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