"Ahora que en Yucatán se están organizando para quitar la estatua de Poseidón, acá en la Ciudad de México debemos hacer lo mismo para quitar las estatuas de los asesinos Fidel Castro y el Che Guevara ¿Quién se apunta?". El llamado de la diputada del PAN en la capital mexicana tuvo más éxito en las redes sociales, donde la reacción fue eufórica, que en la vida real. Nadie se movilizó en el jardín del Palacio del Conde de Buenavista, donde están ubicadas las figuras que, si bien no cuentan con una gran aceptación popular, tampoco molestan tanto como para que se haya logrado cualquier iniciativa de retirada. La indignación de muchos cubanos con la aerolínea colombiana Wingo continúa. La empresa, que les impide volar si no disponen de visado, afirma que solo está aplicando la norma de la Cancillería colombiana, ya que no tiene conexiones con terceros países y no puede asegurar que los viajeros procedentes de La Habana salgan del país. Los afectados, que tenían boletos comprados con otra compañía para seguir el camino hacia Managua, ven cómo pierden su dinero y su billete a la libertad. La Onat ha hecho balance del desarrollo de esta campaña tributaria y ha aprovechado para desglosar algunas de las violaciones de la ley que cometen los empresarios para evadir impuestos. Como resultado de las inspecciones que ha abierto y los expedientes sancionadores, en lo que va de año se han cerrado 15 mipymes y cancelado la licencia a 323 cuentapropistas por "irregularidades". Además, se embargaron 2.253 cuentas bancarias de personas naturales, entre otros resultados. Tres años después ¿qué ha sido de los represores de aquel 11J?, un balance de Yoani Sánchez en el aniversario de las manifestaciones. "Este mes de julio, las razones para una protesta social son mayores que hace tres años. Ha crecido el hartazgo por el agravamiento de la crisis económica, la inflación que ha hundido en la pobreza a millones de cubanos, el déficit eléctrico que nos ha sumido en largas horas de oscuridad y los dislates oficiales a la hora de aplicar soluciones para salir del atolladero. Pero los mecanismos legales, jurídicos y policiales se han blindado mucho más para evitar la sublevación". Yunior García Aguilera firma este sentido obituario de Carlos Espinosa. "Quiero pensar que la muerte lo sorprendió leyendo, con el brillo en sus ojos cuando encontraba alguna pista, alguna pieza perdida en el rompecabezas de nuestra cultura o nuestra historia, si es que son cosas distintas. Quiero recordarlo con su sonrisa tímida, a pesar de la osadía de su escritura. Quiero quedarme con su ausencia de rabia, que no implicaba en absoluto ausencia de carácter. Carlos Espinosa era, como pocos, un hombre con criterio, pero sus opiniones sobre la cosa política en Cuba iban más allá de lo inmediato. Eran mucho más abarcadoras y hondas". |