Voy a bendecir el día de mañana
el himno
inmortalizado en cada mártir
la bandera
que puede no ser nuestra enseña patria
pero sí la del exilio
que es el cielo…
con un eterno canto
frecuento los adoquines de mi corazón:
¡gastados huesos de La Habana!
el himno
inmortalizado en cada mártir
la bandera
que puede no ser nuestra enseña patria
pero sí la del exilio
que es el cielo…
con un eterno canto
frecuento los adoquines de mi corazón:
¡gastados huesos de La Habana!
Habana: ¡quien te ha visto y quien te ve!
ResponderEliminarpero hermosa Habana y hermoso poema!