desde el manzano
donde clamé por la inocencia
huyeron los ruiseñores.
aquí
te hago sitio en mi cuerpo
y me proclamo inmortal.
quise conquistar un sueño de espaldas a la vida
mientras hacía el amor sobre el latido de un piano.
hoy
emigré de la carne y soy viento.
toma el murmullo de la soledad
mis votos:
manojo de sueños
donde a veces se pierden las palabras
Muy profundo, realmente hermoso.
ResponderEliminarGracias, Paul!
EliminarMuy profundo, realmente hermoso. Me gustas las metáforas que usas
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