OTRA MUCHACHA PREFIERE LLAMARSE PENÉLOPE
La
muchacha se queda de par en par en espera de que la noche apague la tibieza de
sus muslos. El último centauro ha venido a pastar
en su corazón. Pero ella prefiere vivir en la tranquilidad del recuerdo. Quedar
abierta contra la sombra… Y toma la precaución de no estremecer.
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