lunes, 9 de diciembre de 2013

Del libro: A PESAR DE LA SEQUÍA, publicado en octubre de 2013


POEMA XVI  (ELEGIDOS)

Ya no tengo una calle
por donde pasear mis lutos.
No poseo una plaza pública
donde colgar la humildad,
ni siquiera una guarida
o una estatua de polvo 
que recicle la historia.
Ya no tengo la confianza
que me mire a los ojos
y diga que me equivoqué
o manche las insignias
en las cuales quise creer.
No tengo vocación de rebaño
ni levanto fosas o arengas
que proliferen en la necedad.
No aplaudo esquemas
que se fomentan sobre el fango
en inútil equilibrio de ficciones.
No puedo ser la dócil ciudadana
de un rincón del mundo.
¡No me conformo!
Me siento rota, desmembrada
como este palmo de mierda
que nos come el corazón.

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