POEMA XVI (ELEGIDOS)
Ya no
tengo una calle
por
donde pasear mis lutos.
No
poseo una plaza pública
donde
colgar la humildad,
ni
siquiera una guarida
o una
estatua de polvo
que recicle la historia.
Ya no
tengo la confianza
que me
mire a los ojos
y diga
que me equivoqué
o
manche las insignias
en las
cuales quise creer.
No
tengo vocación de rebaño
ni
levanto fosas o arengas
que
proliferen en la necedad.
No
aplaudo esquemas
que se
fomentan sobre el fango
en
inútil equilibrio de ficciones.
No
puedo ser la dócil ciudadana
de un
rincón del mundo.
¡No me
conformo!
Me
siento rota, desmembrada
como
este palmo de mierda
que nos
come el corazón.
El poema me resulta estupendo, amiga.
ResponderEliminarBeso