Lo que a
continuación transcribiré es el prólogo del libro de Poesía Cósmica “Variaciones
sobre un ciruelo”, dedicado al maestro cubano Regino Pedroso. Esta hoja ha
saltado del cajón donde conservo toda mi obra hecha en Cuba, pero aquellos
poemas fueron tragados por el mar, la tierra, o sabrá Dios qué bicho raro y enfermizo
los hizo desaparecer.
Dicho
poemario fue escrito en un breve espacio de tiempo a petición del Instituto
Cubano del Libro. Debo aclarar que acababa de regresar tras un viaje a Italia,
donde había sido invitada para ofrecer una conferencia sobre la Poesía Cubana
Contemporánea en la Universidad de Parma.
Todo indica
que el libro estuvo apto para ser publicado en homenaje al Poeta. Sin embargo, sin
recibir la mínima crítica fue sometido a la censura partidista (la única
existente en el país) y “Variaciones sobre un ciruelo” jamás vio la luz.
Lo curioso
es que el mismo, resulta catalogado dentro la Poesía Cósmica Latinoamericana y
que mi nombre figura dentro la biobibliografía activa.
Quizás por
ser hoy el Día Mundial de la Poesía, me he trazado otra meta: ¡REHACER AQUEL
LIBRO! Como Ave Fénix ha de resurgir de sus cenizas y mucha gente, allá, en mi
lejana isla…
PRÓLOGO
A la congregación de los sueños
…en una
noche de cálido dolor, viniendo de lejano paraíso, ella encontró cerradas las
Santas Puertas de su Vieja Ciudad. Acudió a Venus para evadir otras fórmulas
terrestres, pero estrella semejante era un papel y comprendió que la soledad
crecía entre sus manos. Entonces dio a luz un libro. Había vaciado su corazón
sobre la tierra fértil.
La Habana, 30 de octubre / 3 de
noviembre, 1996
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