nada se me
ocurre
ni siquiera
garabatear el espacio
entre tu cuerpo y
mis ojos
en medio del alba.
nada.
solo apurar el
café humeante
y vaciar la
cajetilla de cigarros
en medio de la tos
y de la gente.
todo falta ahora
entre mis manos.
todo:
salvo el mamut de los recuerdos
el malecón con sus jineteras tristes
los discursos de artillería pesada
que desquiciaron mi paciencia...
todo falta ahora
menos la poesía que me fue negada
y esta espera que ya olvidó
que tras el horizonte yace el cansancio.
nada se me ocurre
ni siquiera otro modo de enfrentar la angustia.
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