miércoles, 7 de enero de 2015

NADA

Quizás algún día haya otra navidad menos descalza
que sacuda las ganas de reír
y convide a un buen trago de sensatez
                             ante la barra de los merecidos sueños.
Quizás podamos disfrutar de un minuto sin fronteras
de un mínimo segundo que devuelva calendarios
                                                              epopeyas ridículas
                             y aquellos aviones que nos trajeron hacia el Nunca.
Quizás algún día consiga desplomarse el mundo
                               ajeno a la mediocridad del pensamiento
y Noé pueda prevenirnos entre las mieles del pasto.
De cualquier modo
llevo mis pertenencias a dondequiera que la marea me conduzca
               herejías en el escrúpulo meridional de la esperanza
                                                                            y sus credos bajo secreto sumario.
Aquí o allá
antes o después estoy rompiendo la gramática del tiempo.
El hedor de la mierda que traigo en el zapato
                                    no me permite concentrarme en el futuro.
Cierto arte rupestre afirma que pronto tocaremos el fin
y me quedo en esta soledad vestida de pirámide
como humo entre las paredes que jamás serán mi casa.

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