Este hombre prefirió la noche
rascó su fantasía
y bebió la misericordia de un perdón.
De un trago apuró los manifiestos y amapolas
echó al camino su hambre
auténtica
vital...
Puso amor a su último zarpazo
con la sangre rota al cuello
y se
hizo lobo.
De un solo trago papá abandonó la manada.
Otro de tus buenos y sentidos poemas, amiga. Qué bien!
ResponderEliminarBeso