Nada
poseo
ni
siquiera esta casa
compartida
con los poetas del mundo
que
han dejado su epidermis en mi verso.
Aun
así
mi
entusiasmo contempla los astros
mientras
recuerda que hay un país
entre
los barcos que surcan mis venas
y
es eterno.
Maravilla de poema, amiga. Cuánto me dice!
ResponderEliminarBeso
Muchas gracias, querido amigo.
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