domingo, 28 de febrero de 2016

De: A PESAR DE LA SEQUÍA

ELEGIDOS (XV)
No puedo inventar una catedral
fuera de tus ojos
ni convertirme en medusa
detrás de las playas.
Por el contrario,
siempre me conformé con la música
desbordada en tu pelo
y con los trenes
               que descarrilan por mis venas.
Es suficiente el filo del adiós
para retener tu cabello
contra todos los siglos.
No consigo crear
una manada de perros dulces
                                 en mi jauría
ni someterme al amanecer del tálamo
para inventarle otro nombre.
Créeme:
si pudiera columpiarme en el cosmos
no estaría de pie
ante el manto de hojarasca
del absurdo paisaje.

Marlene Denis©2013
España-Cuba

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