Solo nos acompaña la voz
solo
en la soledad más absoluta de una isla cabizbaja
convertida en alquimia para sobrevivir a la
tempestad
que hemos aceptado -casi pasivamente-
tras las guarachas y rumbas
o esos disparos que guardan su eco en La Cabaña
desde aquel 1959.
Solo nos acompaña el recuerdo
y el no hacer nada en cada víspera
de un futuro sugerente que se nos rompe al alba.
(Del libro HABANA ZOMBIE)
Me resulta un poema bien logrado, amiga.Como siempre, discursa con mucho ritmo.
ResponderEliminarAbrazos
Muchas gracias, Pichy.
EliminarAbrazos de Luz!